Juan Alberto Belloch, como ciudadano, tiene todo el derecho del mundo de ser creyente, practicar el fervor religioso e ir, si ese es su deseo, diariamente a misa.

El Alcalde de Zaragoza, como máximo representante del Ayuntamiento de Zaragoza, debe ser respetuoso con la Institución a la que representa y practicar lo que dice la Constitución que, en su artículo 16, afirma que estamos en un Estado sin ninguna confesión estatal reconocida como oficial.

belloch_obispo[8]Por ello, las instituciones y los representantes de la sociedad civil, deberían ser escrupulosamente respetuosos con ese criterio constitucional. Así debería dejar de presidir los Plenos municipales el crucifijo que actualmente preside los del Ayuntamiento de Zaragoza.

Pero Belloch, socialista para más señas, va más allá. Se ha empeñado en dedicar una calle de Zaragoza a Monseñor Escrivá de Balaguer (fundador del OPUS DEI) y ahora «manda»  a todos los concejales y concejalas del Ayuntamiento de Zaragoza una «invitación» para ir a la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar con traje de etiqueta y la banda municipal. En la misiva también les incluye el himno a la Virgen del Pilar para que lo canten mientras asisten a la Misa y rinden pleitesía en la ofrenda a la Pilarica. En la comitiva, el Alcalde irá detrás del Obispo. Qué pena que un Alcalde elegido democráticamente por la ciudadanía vaya «por detrás del obispo».

La cosa continua con una «invitación» del Sr. Alcalde a los concejales y concejalas para que asistan, también, a la Ofrenda de Frutos a la Virgen (día 13 de octubre) y a la Procesión del Rosario de Cristal (día 13 de octubre). Como puede verse todo muy laico. Y luego que la Iglesia no paga el IBI.

Un pequeño detalle. Hay un concejal, bueno puede que haya más pero de uno estoy seguro, que nunca asiste a estos eventos marianos. ¿Quien será?