Muchos y muchas tendréis la sensación de que ya estamos otra vez en campaña electoral. Los dos grandes partidos van de mitin en mitin especialmente empeñados en que parezca que sólo puede gobernar uno de los dos. Aquí, en Aragón, sabemos que casi todos los partidos están ya en proceso de elegir sus listas y candidaturas. Nosostro, los de I.U., estamos más centrados en proponer medidas para dar salida a la crisis pero, como es natural, sabemos que también tendremos que preparanos para las elecciones de Mayo del año 2011.
No tenemos, todavía, programa concretado, ni candidatos o candidatas que presentar, pero sí que tenemos muy claro que hay gente que no votará a Izquierda Unida. También tenemos muy claro que, esta vez, mucha gente que votó PSOE para que viniera la derecha volverá sus ojos hacia I.U..
Por ello, para ayudar, daré las razones para no votar a Izquierda Unida. Seguramente os sorprenderá mucho ver que escribo sobre las razones para no votarnos. Lo habitual es tratar de convencer y argumentar para pelear hasta el último de los votos. No lo es tanto dedicar espacio, y tiempo, a lo contrario. Recordad nuestro lema pasado, “con I.U. Es posible”. Por eso es posible escribir también para quienes no puedan votarnos.
Empiezo por decir, a quienes crean que bajar impuestos es de izquierdas, que no nos voten. Si opinan que el estado del bienestar y los servicios públicos se garantizan sin recaudar fondos mediante impuestos directos, si creen innecesario mantener una política fiscal progresiva que obligue a pagar más a quien más tiene y posibilite que quienes no tienen nada reciban lo que una democracia moderna debe garantizar a cada ciudadano o ciudadana, no opten por I.U.
No deben votarnos, tampoco, quienes no estén dispuestos a considerar el derecho a una vivienda digna como un derecho subjetivo de cada persona que pueda ser reclamado ante la justicia. Tampoco deben votarnos quienes vean normal especular con viviendas vacías y solares esperando revalorizaciones millonarias, ni deben votarnos quienes no crean que hay que hacer un parque público de vivienda de alquiler a precios sociales y, mucho menos deben votarnos quienes no estén dispuestos a acabar con la especulación de la Iglesia (caso del Seminario), de Defensa (venta de cuarteles) y del propio Gobierno de Aragón (Aramón y Suelo y Vivienda).
Si piensan que la OTAN es una ONG humanitaria, se equivocan si nos votan. No deben votarnos quienes no crean en el internacionalismo solidario, ni pueden votarnos quienes no defiendan el diálogo como método democrático de resolución de conflictos. No puede votarnos quien crea que decir, como hace veinte años, OTAN NO, BASES FUERA, está pasado de moda
No deben votarnos si están convencidos de que los y las inmigrantes vienen aquí para ser semiesclavos, “quitarnos” el empleo y aprovecharse de nuestra sanidad pública. Ni deben hacerlo quienes no quieran un Aragón mestizo, integrador, acogedor, intercultural y solidario.
No nos voten, tampoco, si consideran que la sanidad, los servicios sociales, la atención a la dependencia y cualquier otro servicio básico, se prestan mejor con empresas interpuestas o concertando con la Iglesia, asociaciones, fundaciones o empresas privadas. Mucho menos deben hacerlo si dudan de que la enseñanza debe ser laica, universal, pública, de calidad y gratuita.
No nos voten si están en cualquiera de esas circunstancias. El voto es un derecho ciudadano que debe ser ejercido con rigor y reflexión y debe darse a quienes mejor vayan a defender los intereses de quien vota. Les aseguro que Izquierda Unida no va a defender los suyos si son coincidentes con los supuestos que les he enunciado.
Como ven soy muy consciente de la parte del censo que no va votarnos. Pero, al mismo tiempo, se que queda gente suficiente para que Izquierda Unida, la izquierda con la que es posible hacer las cosas de otra manera, siga trabajando en los ayuntamientos de Zaragoza, Huesca y Teruel y consolide su representación en Las Cortes de Aragón. Así que no se me despiste nadie porque, de momento, somos menos.