Han pasado esos días de vacaciones que han servido para desconectar del día a día, para estar con mi compañera y con quienes comparten mi vida. Este año los he pasado en Polonia. Un país que todavía, aunque empieza, no está en los circuitos turísticos y que es maravilloso. Tiene inmensos bosques, ciudades preciosas y llanuras verdes en las que se respira la calma y la tranquilidad.

Ví a las grandes empresas de obra civil españolas con grandes obras en Polonia. Con fondos de la Unión Europea estaban haciendo autopistas y estadios de futbol (Polonia, junto a Ucrania, organiza la Eurocopa de 2012). Sin profundizar mucho en la materia, estaba de vacaciones,  pensé que estas grandes empresas españolas, que todas cotizan en bolsa, están manteniendo su actividad económica y, por consiguiente, sus ingresos y sus cuentas de dividendos para sus accionistas. Eso me llevó a pensar en la crisis de caballo, en que nuestro Gobierno sigue sin querer ajustar las tuercas a los beneficios empresariales, en que los de siempre salen ganando, y…., bueno tomé unas cervezas (muy buena la cerveza polaca) y pensé en cargar bien las pilas para la vuelta, que hay que hacer una buena Huelga General.

Anduve por Varsovia, Cracovia, Wroclaw y también visité Auschwitz. Allí se siente (y se vive) lo que es el fascimo puro y se recuerda, agradece y respeta a quienes lucharon contra los nazis. Y se ve, con profundo respeto y solidaridad, a quienes van a visitar ese infierno porque allí estuvieron, y sufrieron, y murieron, sus abuelos y abuelas, sus familiares. De allí sales gritando !! Nunca más ¡¡. Es dura la visita, pero imprescindible

Entrada al Campo de Concentración y Exterminio

Alambradas electrificadas