Hasta ahora, desde que pasó la negra etapa del franquismo, nunca ha habido un ataque tan fuerte al estado del bienestar. Tampoco se ha atacado tan ferozmente a las conquistas sociales y a los derechos laborales de los trabajadores que tantas luchas y esfuerzos han costado. Tampoco, hasta ahora, habíamos tenido un Gobierno entregado a los poderes económicos ni una derecha política más impresentable, demagógica y oportunista.

Zapatero y su Gobierno han aprovechado el verano para demostrar, una vez más, que prefieren obedecer servilmente al Fondo Monetario Internacional olvidando que su partido se proclama “socialista” y “obrero”.

Están consiguiendo, además, que la crisis sirva para desprestigiar la política. Por eso, en nombre de “la política” se incumplen programas electorales, se persigue a los jueces que que luchan por reparar a las víctimas del franquismo, se cuestiona el derecho a la negociación colectiva y se participa en una guerra imperialista como la de Afaganistan.

Lo preocupante es que el bipartidismo feroz que dirige nuestro país asume y acepta que las políticas las marquen organismos e instituciones que no han sido elegidos democráticamente. Es vergonzoso ver diputados y diputadas elegidos y elegidas en función de un programa electoral votar obedientemente lo que imponen el mercado y los Consejos de Administración de las entidades financieras que en ningún caso ha votado la ciudadanía. El mes de Agosto ha servido para endurecer más el Reformazo. El Senado ha recogido más propuestas de la derecha y por eso, entre otras cosas, se permite despedir a un trabajador o trabajadora que esté en situación de I.T. en el 25 % de las jornadas hábiles de dos meses. También se autorizan las agencias de colocación privadas, se abre la puerta del empleo público a las Etts, se rompe la negociación colectiva,…

Recuerden que, antes del Reformazo, se ha llegado a los 4,5 millones de parados y paradas, que se ha “socorrido” con 250.000 millones de € a la banca privada, que se han congelado las pensiones, que se ha recortado el salario a los trabajadores y trabajadoras públicos y que (hasta Obama hace lo contrario) se ha metido el tijeretazo a la inversión pública que ha significado destruir todavía más empleo.

Me llamarán pesado pero hay que recordar también que al mismo tiempo que congelan pensiones y recortan salarios siguen permitiendo un sistema fiscal que posibilita indecencias tales como que, en plena crisis, haya crecido el número de ricos. Un sistema fiscal que ve normal que los empresarios declaren que sus salarios anuales son 6.000 € menos que los de sus asalariados. Un sistema que no cobra el impuesto de Patrimonio a quien tiene un palacio (o dos). Un sistema que no cumple lo que recoge la Constitución que establece que pague más quien más tiene.

Lo cierto es que las grandes fortunas de este país tampoco pagan, igual que tampoco paga la Iglesia. Tengan en cuenta, además, que están pensando en meter la mano, más todavía, a las pensiones y facilitar el incremento de los planes privados para el negocio de la banca, que siguen apostando por la privatización de servicios públicos esenciales y que nos anuncian la implantación del copago sanitario.

Esta es la Huelga General más justa y necesaria de las habidas en nuestro país, porque el Gobierno, apoyado, tácita o explícitamente por la derecha política y económica, en lugar de atajar las razones profundas del déficit público, combatiendo el fraude fiscal y modificando la fiscalidad para que pague más quien más gana y más tiene, castiga a los trabajadores y pensionistas congelando pensiones y bajando salarios, recorta derechos laborales, subvenciona y abarata el despido y se rinde ante el mercado. Hay razones suficientes para ayudar a los sindicatos el 29S. Es momento para decir que la agresión nos afecta a amplias capas de la sociedad.

El 29 S es el día para hacer una huelga ciudadana que frene la escalada de recortes sociales y laborales aplicada por un gobierno que se dice “socialista”. Es el momento de exigir una alternativa más justa, más progresista, más socialista, a la crisis. Es posible y es necesario.

¡¡ SOBRAN RAZONES PARA IR A LA HUELGA ¡¡