UNA VALORACIÓN DE URGENCIA
El Gobierno presenta un acuerdo que recorta de forma sustancial los derechos sociales de la ciudadanía. Por ello creo que hay que seguir movilizándose y seguir apoyando las movilizaciones que se produzcan reclamando una salida social de la crisis y las que se convoquen contra este acuerdo.
El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los agentes sociales implica un recorte en las pensiones. Un recorte que solo servirá para mantener la tasa de beneficios del mundo financiero y empresarial, y para dar más razones a los especuladores, de que su actividad tiene frutos en forma de bombeo de riqueza desde quienes menos tienen a quienes más poseen.
El acuerdo, respecto a los años necesarios para jubilarse y la edad de jubilación, consiste en que los trabajadores/as podrán jubilarse a los 65 años, conservando la pensión completa si han cotizado al menos durante 38 años y medio. Es decir: si empezaron a trabajar a los 26 años, o antes, y lo han hecho de manera ininterrumpida y a jornada completa. En realidad, para la mayoría de la población, será necesario haber cotizado 37 años para jubilarse a los 67 años con la pensión íntegra, que es la demanda que hacía la UE, el FMI y los grandes fondos financieros. Es decir: Hay que trabajar más para cobrar menos
En el acuerdo no figuran temas claves para abordar el asunto de las pensiones en toda su complejidad. Uno de ellos es la distinta esperanza de vida en función de los ingresos, ya que, a más ingresos más esperanza de vida y, por lo tanto, más años de disfrute de la jubilación. En España, las clases altas viven diez años más que un trabajador no cualificado con más de dos años en paro. Esto implica que serán las clases más bajas las que vean reducidos fundamentalmente sus derechos.
Otro aspecto que no forma parte del acuerdo es que la productividad de los trabajadores por hora trabajada ha ido aumentando de forma progresiva durante estos años (casi un 10% entre 2000 y 2009 en España según Eurostat). Sin embargo, esto no ha redundado en un incremento de los descansos sino todo lo contrario, con un aumento de las horas trabajadas y, ahora, de la vida laboral. Este incremento de la productividad tan solo ha beneficiado a las empresas, que ahora no se ven obligadas a aportar para las pensiones de los/as trabajadores/as, de los que sacan beneficios crecientes. Tampoco se habla de pensiones claramente insuficientes como pueden ser las de orfandad o viudedad ni se habla de regímenes especiales como los del campo o las empleadas de hogar.
A esto hay que añadir que lo que cobrarán los/as futuros/as pensionistas se reducirá, pues el cómputo para calcular la pensión aumenta de 15 a 25 años. Es una agresión para millones de trabajadores y trabajadoras.
Hay que añadir que, además de la banca, con esta reforma solo gana el Gobierno, que ve legitimada sus políticas cada vez más antisociales.
COMPLETARÉ TAN PRONTO DISPONGA EL TEXTO EXACTO DEL ACUERDO