Hay un dicho popular que dice “vuelta la burra al trigo”. Se utiliza para expresar el hartazgo que supone oír a alguien reiterar sus argumentos, afirmaciones o errores sin importarle lo más mínimo que las cosas sean distintas a lo que afirma u opina.

Fantasmas, viene de una palabra griega que significa “apariciones”, son supuestas almas errantes de seres muertos o, según algunas culturas, espíritus, que se manifiestan entre los seres vivos.

Así, a priori, estarán pensando qué tendrán que ver las burras con los fantasmas, o viceversa. Es muy razonable que, salvo que sean empedernidos/as acólitos del PP y de su lider, D.Alberto, piensen que esto que escribo no tiene sentido o que es fruto de alguna licencia humana asociada a las libaciones propias de un fin de semana.

Pero no, ya verán. Advierto, nuevamente, que hooligans peperos, admiradores/as de D.Alberto, o de Dª Cuca, se abstengan de seguir con la lectura ya que, en absoluto, va dirigida a ellos o ellas. Creo que no tienen arreglo.

Un o una persona, con una mínima capacidad de análisis, oyendo a las huestes peperas insistir, una y otra vez, con el tema del terrorismo etarra y con el tema del process catalán, tiene que estar hasta el gorro de que, el facherío patrio, saque a relucir fantasmas de pasado y, cual burra empeñada en volver al mismo sitio, niegue las evidencias.

ETA, hace más de una década que desapareció. No queda nada de esa organización terrorista. Pero el PP se empeña en sacar su fantasma a relucir. No se donde, me imagino que en cualquiera de esas universidades que regalan masteres a según quienes, ha obtenido la diplomatura en fantasmalogía. Por eso, un día y otro, ve penando entre nosotros y nosotras, las almas de aquellos/as terroristas que asesinaban, que secuestraban y que extorsionaban. Lo que ocurre es que, salvo D.Alberto, Dª Cuca y esa legión de seguidores/as acríticos/as indocumentados/as, todo el mundo sabe que el terrorismo en este país, como los fantasmas, no existe.

El process en Cataluña, pues salvo el interés en negarlo, es evidente que ha cansado incluso a los/as catalanes y catalanas. Ya ven los resultados recientes. Por primera vez en décadas la suma del independentismo catalán, incluido ese nuevo partido racista y xenófobo de Alianza Catalana, se queda por debajo del 50%. D.Alberto, Dª Cuca y sus incondicionales, nunca reconocerán que lo que disparó para arriba al independentismo fue aquella decisión, de D.Mariano, de liarse a porrazos con el personal y aplicar aquel artículo 155 que “obligaba” a Cataluña a cumplir la Constitución.

Pero D.Alberto, Dª Cuca y sus incondicionales hooligans, incluida esa caverna mediática al servicio de la fachosfera patria y esa fauna tertuliana especialista en el morbo y los bulos, como esa burra que siempre vuelve al trigo, se empeñan en decirnos que el process está vivo porque, gracias al sanchismo, ha resucitado. La última es que harán Presidente a Puigdmont

Ciertamente que la cosa del process, aunque tenga protagonistas que llevan todo el camino de convertirse en fantasmas, de momento no puedo situarlo en el terreno de la fantasmagoría porque quedan por ahí algunos/as recalcitrantes independentistas que, como el peperío, tienen su propia burra que vuelve al trigo.

Llegados a este punto, si es que no se han perdido, entenderán la referencia inicial que hago. La burra del dicho siempre volvía al trigo porque sabía que allí había comida. D.Alberto, Dª Cuca y sus huestes, emulando al “equus africanus asinus” (asno o burro), vuelven a ese trigo, el terrorismo (fantasma inexistente) y el process (derrotado) que les da de comer.

Ha llegado el momento, señores y señoras, de dejar de ser ese trigo que alimenta con votos a esa burra acompañada de fantasmas y almas en pena.

Ya saben, la próxima cita con las urnas el día 9 de Junio. Se empeñarán en decirles, a base de encuestas, titulares y tertulias, que habrá mucha gente que votará para que vayan a Bruselas las burras y los fantasmas. Pero no olviden que su voto es libre y soberano, que no lo decide ninguna encuesta, ningún titular, ni ninguna tertulia y, sobre todo, no olviden que su voto no tiene por qué ser alimento de la burra ni tener miedo a los fantasmas.