Mientras la cosa pública, la prensa, las redes, las tertulias y todo el aparato, están volcados en el tema de las vacunas, sobre todo y especialmente con el circo montado en torno a la de AstraZeneca, ayer en el Congreso se aprobó la Ley del Cambio Climático.
Tiene que ir todavía al Senado, pero el apoyo recibido parece asegurar que este país, a los cinco años de la firma de los acuerdos de París sobre el clima, va a contar con una Ley específica para tratar de luchar contra el cambio climático.
Se cumple así uno de los acuerdos y compromisos firmados por PSOE y Unidas Podemos para la acción de Gobierno. Justo es reconocer, igual que hablamos de los incumplimientos, que en este caso ha habido acuerdo.
Esta Ley, que está pasando desapercibida, va a ser la primera norma, con rango de Ley, de este país que obliga a tomar medidas para mitigar esa pandemia que sufrimos, para la que no habrá vacunas, del calentamiento global.
No me engaño. Me parece una buena Ley, pero se que se podía haber sido más ambicioso en los planteamientos. Pero soy, como siempre lo intentado, realista.
No hay más que ver que esta Ley, sobre un problema global que todos y todas reconocemos, no ha salido por unanimidad. La han apoyado PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, Bildu, Teruel Existe y Esquerra Republicana. Pero han votado en contra los/as negacionistas de VOX y se han abstenido el PP y Más País.
Ya ven lo que pasará si hay un cambio de Gobierno, lo digo por algo que siempre recomiendo. Su voto es suyo, miren a quien se lo dan. Porque mientras les hablan de patrias y banderas, de volver a rezar en las escuelas, de abrir los bares y chiringuitos, su programa real es el de siempre, el del capitalismo salvaje.
Por otra parte, siendo realistas, también pondrán palitos en la rueda quienes, como nuestro Gobierno de Aragón, siguen queriendo destrozar valles del Pirineo para llenarlo de estaciones de esquí.
Con todo, aunque como siempre se le pondrán peros, esta ley que tiene 36 artículos, tiene dos fechas clave para su desarrollo: una, 2030, cuando España deberá reducir un 23 % las emisiones de efecto invernadero respecto a 1990 y otra, 2050, año para alcanzar la neutralidad climática.
Además, prohibirá los sondeos y prospecciones de combustibles fósiles, obligará a que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan una zona de bajas emisiones en 2023, impulsará la rehabilitación energética de los edificios y el despliegue de las renovables (ambas acciones claramente favorecedoras de creación de empleo local. Esta ley, cuando llegue al BOE y entre en vigor, pondrá una barrera frente al negacionismo del cambio climático y tendrá claras repercusiones en los modelos del sistema eléctrico y de la planificación del futuro urbanismo.
Me parece una Ley muy importante que debería ser conocida bien por la gente. Pero, ya lo ven, de esto hay muy poco interés en hablar.