Considero necesario que, de una vez, se resuelva el problema que Aragón tiene pendiente desde hace ya tanto tiempo. Para mí, para Izquierda Unida, es una cuestión de derechos de ciudadanía. Derechos que tienen un buen número de ciudadanos y ciudadanas aragoneses que hablan otras lenguas que, con sus diferentes modalidades, son aragonesas y forman parte del patrimonio cultural de Aragón. No es, para nosotros y nosotras, una cuestión identitaria ni nada que venga a justificar ningún argumento nacionalista. Es un derecho que tiene una parte de la población aragonesa que no puede ejercer. Siempre hemos defendido los derechos de las minorías y más, cuando como en este caso, se refiere a un derecho fundamental como es el derecho a la libertad de expresión en el más alto concepto. Expresarse en su propia lengua y poder hacerlo en sus relaciones con las administraciones públicas es un derecho ciudadano.
Consideramos, además, que tenemos la obligación de cumplir el mandato estatutario y el constitucional y eso debe cumplirse con una ley que, como todas, deben aprobar Las Cortes.
Consideramos, finalmente, que ha llegado la hora de saldar una deuda que, desde hace más de veinte años, se tiene con la ciudadanía aragonesa.
La Ley de Lenguas que se ha tomado en consideración es una propuesta del PSOE que, ante la imposibilidad de poder presentarla como proyecto de Ley del Gobierno, decide presentarla como Grupo Parlamentario. Una vez reconocido que este es un fracaso del Gobierno PSOE-PAR hay que saludar la propuesta porque permite iniciar el trámite parlamentario. Es un buen punto de partida porque se inspira en el dictamen sobre política lingüística que ya aprobaron Las Cortes de Aragón (nosotros estuvimos de acuerdo con él) y tiene claro margen para la presentación de enmiendas por parte de los diferentes grupos parlamentarios. Este hecho es evidente. El PSOE sólo no tiene mayoría para sacar adelante «su» ley (30 diputados/as) y necesariamente debe negociar la ley con otros grupos. Es positivo que haya sido tomada en consideración con el voto afirmativo de PSOE,CHA e I.U. (PP votó en contra y PAR se abstuvo con un mensaje anticatalanista muy similar al del PP). Es la primera vez en 10 años que una votación refleja la mayoría de izquierdas de la Cámara Aragonesa. Esto abre la puerta a una negociación preferente con los grupos que hemos apoyado la toma en consideración. Es una responsabilidad que la izquierda ha adquirido y a esa responsabilidad emplazamos. Hacemos un llamamiento a todos los grupos políticos para intentar la mejor ley posible pero, al mismo tiempo, expresamos nuestro compromiso de trabajar para que HAYA LEY DE LENGUAS DE ARAGON y, por ello, desde nuestra voluntad de acuerdo y compromiso de negociación emplazamos a la izquierda de la cámara aragonesa a sumar esfuerzos (y votos) para conseguir la Ley de Lenguas que Aragón necesita.
Nuestra posición es favorable a que salga una buena Ley de Lenguas de Las Cortes y por ello vamos a aportar, en forma de enmiendas, aquellos elementos que, a nuestro juicio, mejorarán la propuesta del PSOE y ayudarán a que la ciudadanía aragonesa que habla catalán o aragonés en sus diferentes modalidades tenga reconocidos sus derechos lingüísticos y pueda ejercerlos.
Por eso defenderemos una Ley para ejercer derechos. No una ley timorata que sólo sirva para cubrir el expediente. La cooficialidad de las tres lenguas en los territorios que se determinen debe estar garantizada.
La Ley, al final de su trámite parlamentario, debe permitir que el plurilingüismo existente en Aragón tenga el reconocimiento legal, permita la inclusión en los currículos escolares para posibilitar su enseñanza y aprendizaje y facilitar que, en las zonas determinadas, pueda utilizarse como lengua oficial junto al castellano en las relaciones con las administraciones públicas. Debe regular, igualmente, los órganos científicos y académicos necesarios para abordar la especial problemática de las lenguas aragonesas y sus variedades. Debe, en definitiva, ser la Ley de Lenguas que tanto espera una parte de la ciudadanía aragonesa.
Somos conscientes de que, para llegar a ello, hay diferentes fórmulas. Asumimos el compromiso de trabajar en la búsqueda de soluciones para lo que, tras los procesos de trabajo interno y las reuniones con las asociaciones y personas interesadas, presentaremos las enmiendas oportunas.
Conforme a lo que dice usted, en su anterior artículo, le diría que en mi opinión también se debe elaborar una buena Ley de lenguas en Aragón, pero no opina usted que conforme a lo que ya expuso en su tiempo el Dictamen de la Comisión Jurídica Asesora 3/2001, de 30 de enero de 2001, en lo relativo a que en su opinión, desdeel punto de vista de la adecuación a la constitucionalidad, regular mediante una Ley ordinaria de Cortes Generales de Aragón la oficialidad de una lengua distinta al castellano no sería posible, ni tampoco otorgar mediante esa Ley los efectos propios de la cooficialidad a la utilización de esa lenguas, por todo esto no cree usted que antes de aprobar esta buena Ley de Lenguas que la mayoría de ciudadanos deseamos, no se debería modificar el artículo 7 de nuestro Estatuto de Aragón que aunque en temas relacionados con la educación y utilización de estas lenguas aclara un poco la situación, si citara expresamente las lenguas a las que nos estamos refiriendo y les otorgara de cooficialidad, y una vez realizado este procedimiento poder ya elaborar la Ley de lenguas que deseamos.
Ciertamente el dictamen de la Comisión Jurídica Asesora, en 2001, decía lo que se explica. Pero la situación en 2009 no es la misma. El Artº 7 del estatuto en vigor MANDATA que una Ley de Cortes regule el régimen jurídico. No hace falta, en mi opinión, cambiarlo.
Precisamente uno de los debates más intensos que hubo con el nuevo estatuto fue éste. El problema habría sido que (algunos partidos lo pretendían) el Estatuto hubiese definido el castellano como lengua oficial. Eso, afortunadamente, no pasó. Seguramente habría sido mejor que el Estatuto ya las declarase oficiales, puede incluso que aquí en Aragón hubiésemos llegado a ponerlo así, pero no hay que olvidar que el Estatuto es una Ley Orgánica que requiere en Madrid mayoría absoluta y no la habría obtenido declarando cooficiales al catalán y al aragonés. No habría servido de nada incluirlo aquí y que lo «tumbaran» en Madrid. Por eso se optó por una fórmula que permitiese MEDIANTE UNA LEY DE CORTES DE ARAGON establecer el régimen jurídico. En ello estamos
[…] ¡¡Queremos una buena Ley de Lenguas en Aragón¡¡ Archivado en: 1 — adolfobarrena @ 7:15 pm […]