14-abril-2007-1Este mes volveremos a recordar a la II República. Quiero, una vez más, recordar y homenajear a quienes creyeron en el futuro, a quienes lucharon por la igualdad, la justicia y la libertad, hace ya tantos años. La II República hizo realidad un sueño: un país capaz de ser mejor, de ser justo, de ser solidario, de ser democrático.

Seguramente, a medida que se aproxime el día 14, veremos a mucha gente con la bandera tricolor. A mí me gusta esa bandera y me alegra que ya no detengan a nadie por exhibirla, las veo incluso en actos políticos de algunas otras organizaciones, me complace ver que más organizaciones y partidos políticos se acuerdan de la República.

Pero eso no vale. No todos los que enarbolan banderas republicanas son de izquierdas. No es de izquierdas quien luce banderas tricolores mientras especula y vende suelo público sin rubor, mientras privatiza servicios públicos, mientras mantiene tropas en Afganistán, mientras firma reformas laborales que siguen abaratando el despido y rebajando cotizaciones a las Etts. Mientras firma ERE tras ERE aunque las empresas no tengan pérdidas.

Puede que sean republicanos, pero no son de izquierdas. Y no son de izquierdas quienes no se atreven a romper el concordato con la iglesia. No nos engañan con su barniz republicano.

Yo soy republicano de convicción, todos los días y todos los años. Yo, como mucha otra gente, defiendo una España Republicana. Me identifico con la izquierda que mantiene el compromiso de lucha por la democracia y la modernidad, por la libertad y la justicia, por el progreso y la igualdad, por los derechos de todos y todas. Seguimos luchando por los valores republicanos,  por una sociedad mejor, más libre, más justa y más solidaria.

Cuando llega otro 14 de Abril quiero recordar, con profundo respeto y agradecimiento a aquellos miles de aragoneses y aragonesas que celebraron aquel 14 de Abril de 1931 como un día alegre. A esos miles de aragoneses y aragonesas que saludaron y apoyaron un nuevo sistema político democrático, basado en los principios de la igualdad, la solidaridad y la Libertad.

Reivindico su memoria que hoy, igual que ayer, sigue negando la derecha. Esa derecha reaccionaria, heredera del franquismo, que se niega sistemáticamente a reconocer la dignidad de quienes defendieron la Constitución, la Libertad y la Democracia. Esa derecha que tanto se preocupa por las víctimas, pero que no quiere reconocer a todas.

Quienes respetamos y apoyamos a las víctimas de todas las guerras y de todos los atentados terroristas, exigimos y pedimos el respeto y reconocimiento de las víctimas de un golpe fascista, de las víctimas del nazismo,  y exigimos respeto y reconocimiento de quienes fueron asesinados, torturados o exiliados por la represión franquista. Los nuestros tienen también derecho a existir y a formar parte de la historia democrática de este país. Es una deuda que tenemos con ellos y con ellas y es una deuda que hay que a saldar.

Hay que demostrar a la derecha, a la socialdemocracia que nos gobierna y a la sociedad entera, que hoy siguen vigentes los valores e ideales que defendieron con convicción. La II República ha sido la 1ª época verdaderamente democrática de la historia española.

Se puso en marcha la Reforma Agraria que redistribuyó la tierra entre quienes la trabajaban; estableció el sufragio universal y dio a la mujer la condición de ciudadana reconociendo su derecho de voto, puso en marcha iniciativas culturales en el conjunto del Estado, impulsó la educación y la sanidad públicas como derecho igualitario para toda la ciudadanía, desarrolló el Estado del Bienestar bajo el principio de la justicia social redistributiva y puso en marcha una organización del Estado descentralizada, con un sistema de solidaridad territorial, que se concretaba en los Estatutos de Autonomía surgidos de las nacionalidades que forman este país.

El nuestro, el de Caspe, no llegó a tiempo. El golpe militar impidió que Aragón viera reconocida su autonomía. Pero, siendo eso importante, lo más horrible y dramático fue que aquí, como en el resto de España, sufrimos las consecuencias del  atentado contra la libertad y la dignidad que supuso la sublevación fascista.

Todos esos avances que fueron salvajemente suprimidos no los hemos recuperado todavía. Pero los recuperaremos. No se si tardaremos dos, o 10, o 20 años. Pero estoy seguro de que los recuperaremos.

Seguro porque República también es futuro y esperanza. Cada día somos más quienes nos comprometemos con los valores republicanos. República no es sólo el debate sobre lo absurdo de una monarquía o lo democrático de la elección de la Jefatura del Estado. República es un sistema avanzado de democracia, justicia y libertad.

Seguro porque hay que dar alternativa. Hoy estamos perdiendo calidad democrática. Hay que romper el bipartidismo feroz y desmovilizador que imponen  la socialdemocracia del PSOE y la derechona del PP.

Ante la crisis social y económica que vivimos la izquierda, la de verdad, debe afrontar unida el compromiso de presentar un programa social, progresista, transformador y socialista, como lo hizo el Frente Popular. Hoy vuelve a ser necesaria una confluencia en la izquierda, hay que elaborar una propuesta programática republicana y a ello os invito, a contribuir con  vuestras ideas a su elaboración.

Un programa de futuro, porque cuando defendemos los valores republicanos apostamos, en primer lugar, por el Aragón del Siglo XXI, por un Aragón laico. El laicismo es parte esencial de la cultura política republicana. La llegada de los republicanos al poder en 1931 brindó la oportunidad de establecer la separación Iglesia-Estado y de implantar un  programa laicista largamente anhelado. Luego el franquismo, agradeciendo la complicidad de la Iglesia, se plegó al Vaticano firmando un  vergonzante Concordato. Ese Concordato hay que romperlo y hay que sentar las bases para que la identidad religiosa sea libremente desarrollada por cada individuo, sin interferencias de los poderes públicos que tienen la obligación de servir al conjunto de la ciudadanía por igual.

Un Aragón más moderno, menos conservador y más emprendedor. Un Aragón culto impulsando la educación y la cultura como instrumentos fundamentales para hacer una sociedad más crítica, más libre y más participativa. Un Aragón igualitario, donde se haga efectiva la redistribución de la riqueza, se universalicen los derechos sociales y ciudadanos y donde toda persona pueda ser libre porque tiene atendidas sus necesidades básicas como derecho de ciudadanía. Un Aragón más democrático que cuente con la participación de toda la sociedad en la toma de decisiones..

Por eso, por todo eso, porque estoy convencido de que la República merece un ejercicio de memoria, pero también un impulso de futuro, animo participar para conseguir el giro republicano que hay que dar. ¡¡ VIVA LA REPUBLICA ¡¡