La polémica levantada, en la que está participando casi todo el mundo, relativa a la competición entre Zaragoza y Barcelona por la organización de las olimiadas blancas de 2022 me parece, además de absurda, profundamente inmoral.

Ya lo dije cuando se presentó la candidatura de Zaragoza-Huesca-Jaca a la que intentaron sumar al Principado de Andorra. Unos juegos olímpicos de invierno requieren unas inversiones exageradas, suponen una agresión medioambiental de primer orden, requieren autopistas, aparcamientos, hoteles, trampolines, palacios de hielo,… y todo npara el mes que dura el evento. Luego, como ha pasado con la Expo, ahí se queda todo. Esa era la primera razón para decir ¡¡NO¡¡ a unos juegos olímpicos en el Pirineo.

Poco más o menos, como me pasó con lo de Gran Scala, fui acusado de “cenizo”, de ser de la tribu del “no a todo” y llegaron a calificarme de “antiaragonés” por no querer el progreso de esta tierra.

Lo cierto es que estos eventos, que se montan a base de subvenciones y dinero público, permiten la especulación con los terrenos, el negocio de las superconstructoras del ladrillo, sustanciosas comisiones a los bancos y entidades financieras, contratos suculentos en publicidad a las marcas comerciales y cosas así. El empleo que generan es temporal y con salarios que no llegan a los 1000 €. Esa era la segunda razón para decir ¡¡NO¡¡.

Estos eventos siguen un modelo económico y productivo que nos ha demostrado que está agotado, que hay que cambiarlo y apostar por otras cosas. Se les llena la boca con los “brotes verdes” y con la Ley de Economía Sostenible y siguen con lo mismo. Por eso ha sido un fracaso la cumbre de Copenhague contra el cambio climático. Esta es la tercera razón para decir ¡¡NO¡¡.

El colmo es ahora, en plena crisis, con 4 millones de parados, cuando acaban de reconocer que hay que ajustarse el cinturón, cuando no tienen ni puñetera idea de como frenar el aumento del paro, se les ocurre enzarzarse en una pelea para ver quien organiza las olimpiadas de 2022.

La actitud de los Gobiernos Aragonés y Catalán y de los Ayuntamientos de Zaragoza, Barcelona, Huesca y Jaca es indecente, es una falta de respeto absoluta hacia quienes hoy, en 2010, han agotado el desempleo, les han ejecutado la hipoteca de su casa, tiene que ir a los comedores sociales para subsistir y no hay una apuesta clara por el empleo y la inversión productiva.

Es indecente estar decididos a aportar recursos económicos a esta absurda competición cuando se han recortado los de la Ley de Dependencia, cuando no hay ofertas de empleo público, cuando no hay recursos para la construcción de las residencia, de las escuelas, de los centros de salud, de…que necesitamos

Son esfuerzos y compromisos con el 2020 lo que necesitamos y no absurdas quimeras para dentro de 12 años. Lo triste es que, además, este tema lo están convirtiendo en una cuestión “patriótica” y están, y es lo preocupante, consiguiendo que no se habla de lo que de varedad hay que hablar. Una pena

¿Habrá nieve en 2022?