Ese es el mantra sistemático y reiterado que nos sirven estos días desde las cavernas mediáticas de la derecha, desde las redes sociales convertidas en jungla por la que campa el facherío y por buena parte de la fauna tertuliana.

Es recurrente hablar de un “gobierno de salvación nacional, acompañado de que este Gobierno no sabe bien a donde va, de una presunta falta de liderazgo de Sánchez, de división en el Gobierno y de un utilizar indecentemente el drama de las muertes y de la epidemia causada por el COVID 19.

Sería ya tiempo y momento de que toda esta gente que quiere un nuevo gobierno diga qué es lo que van a hacer si consiguen derribar al que tenemos. ¿Qué medidas tomarían?, ya sabemos lo de los crespones en las banderas a media hasta, los minutos de silencio y los homenajes. Pero…. ¿algo más?, ¿saben lo que hay que hacer?, ¿alguna propuesta?.

Uno, quizá por aquello de la experiencia que dan los años, empieza a pensar que lo que de verdad quieren es reventar un Gobierno en el que está Unidas Podemos. Sus estrategas han diseñado la ruta, primero hacemos que el PSOE rompa su alianza con la izquierda, le ofrecemos estabilidad y sentido común y salvamos el país. Saben, espero que Sánchez y el PSOE también, que si rompen la coalición el PSOE queda en sus manos, recuperan el control. Luego tumban a Sánchez y buscan un/a candidato/a de consenso, vamos que le parezca bien a PP, Vox y Ciudadanos que tienen en el lazo al PSOE y, una vez rematada la faena, llegan a un acuerdo en medidas económicas que le venga bien al IBEX, a la banca y a las grandes fortunas.

Dicho esto, creo que el Gobierno a pesar de sus errores, reconocidos públicamente, está gobernando. Es verdad que hay medidas que hubieran podido tomarse antes, es verdad que algunas cosas pueden ser mejorables, pero lo cierto es que han asumido su responsabilidad y están gobernando, están tomando decisiones.

Y es verdad, también, que aunque haya carencias, las decisiones tomadas, además de las que intentan resolver la emergencia sanitaria, están dirigidas a resolver en lo posible el drama económico, social y personal derivado de la tormenta sobre el empleo y la actividad productiva que ha supuesto la pandemia.

Se invoca también, como signo de debilidad del gobierno, las discrepancias que se observan entre PSOE y Unidas Podemos. Es e vidente que hay discrepancias y, como es normal y razonable, esas discrepancias se debaten. Esto no es una debilidad, sino democracia pura, algo que no entiende la derecha. Hay visiones distintas sobre un problema o sobre una medida a tomar por eso tiene que haber debate aunque, a veces, sea duro y tenso. Lo importante, lo que da ejemplo de Gobierno, es que tras el debate se toma una decisión y se acepta y defiende por el conjunto del Gobierno. A mí me preocupa más que no haya debate en los consejos de ministros/as y se aplauda y asuma simplemente lo que dice el jefe. Creo que es de muy bajo nivel democrático criticar el debate. Me parecería criticable, y sería el primero en decirlo, que no haya unidad de acción tras el debate.

Lo que veo, con más claridad cada día, es que las derechas, la patronal, el IBEX 35 y hasta la Iglesia lo que piden, incluso dando un golpe de estado si hace falta, es que salga Unidas Podemos del Gobierno.

Ya se que la izquierda, Unidas Podemos, tiene que pelear con todas las contradicciones que supone compartir un Gobierno en el que está Nadia Calviño, defensora de la política liberal que marca Bruselas y que no le parece nada mal a Pedro Sánchez, ni a destacados barones socialistas, ni a la troika, ni al IBEX 35, ni a las grandes fortunas. Pero eso ya lo sabíamos cuando se decidió entrar a formar parte del Gobierno. Afortunadamente ahí estamos y, aún a costa, de fuertes debates, estamos ayudando a que esta crisis tenga una cara más amable y social para la mayoría de este país.

Cuidado, no vaya a ser que esa gente que confunde ser la parte minoritaria de un gobierno minoritario (no tiene mayoría en el Congreso), con haber tomado el palacio de invierno, sin darse cuenta, acabe ayudando al desgaste del gobierno que busca la derecha.