Antes, cuando se podía ir a tomar café a los bares, observaba como leía el periódico mucha gente. Les veía leer lo gordo, los titulares; en muy pocas ocasiones, exceptuando las páginas de deportes, veía leer una noticia completa.
Eso, y más acentuado todavía con esto de las RRSS, con lo breves que hay que ser porque si no nadie lee completo nada, con los famosos 140 caracteres, hace que sea un método de crear opinión. No hay apenas información rigurosa y contrastada, porque prima lo urgente, lo inmediato, el morbo, lo insustancial, el cotilleo. Se lee la letra gorda y vale
La gran mayoría de la fauna tertuliana «construye» sus sesudos comentarios dándose una vuelta por los titulares de la prensa y recurriendo a frases hechas.
Pero lo cierto es que se crea opinión. Ya ven, llevamos (yo incluido) un par de días hablando de la «manifestación» de los/as fachas de una calle madrileña. Pero lo cierto es fueron unas decenas.
Es verdad que hay decenas de miles de Twits, para eso sirven los trolls, decenas de miles de mensajes en grupos de wassap que lanzan cuatro pero que difunden miles
Si superan el titular, podrán leer en la edición de hoy de El Mundo la queja de una manifestante por la «libertad» que dicen ellos y ellas. «Los muertos no paran de crecer, Iglesias se ríe de nosotros y ahora nos quieren poner impuestos a los ricos cuando llevamos dos meses con las economía bloqueada«, se queja Inés, propietaria de una tienda de ropa en la calle de Serrano.
Pues de esto va esta vaina. De cargarse al gobierno no vaya a ser que a toda esta gente se le acabe el ser quien manda, quien explota, quien se enriquece, quien jode la vida a la gran mayoría de la población y quien no paga impuestos.
Pero, de ahí la campaña lanzada, hay que hacer creer que hay una insurrección popular, aunque quienes se manifiestan han tenido que preguntar donde están las cacerolas y sacar los palos de golf y hay que vestirlo de recorte de libertades (no vi jamás a nadie de esta cuadrilla manifestarse por la libertad en tiempos del franquismo, cuando salir a la calle a pedir libertad era jugársela, era arriesgarse a una paliza, y era, incluso, jugarse la vida).
Y, ya lo ven, además de la campaña en redes, una parte de la prensa a ello se dedica. Vean el titular y juzguen. La policía no actuará para protegernos y proteger a esta cuadrilla de irresponsables del maldito bicho, no, nada de eso. Para este ejemplo de periodismo serio y riguroso, la policía recorta libertades y actúa para evitar que haya protestas contra el Gobierno
Así que hablemos de las facheroladas, pero hagámoslo sabiendo lo que buscan y pretenden y desmontemos sus impresentables argumentos.
