Si, ya se que se está pendiente de Ucrania. Ya oigo y veo como se clama por el orden internacional, por el respeto a la soberanía de un país. Veo y oigo como se condena la ocupación que está sufriendo el pueblo ucraniano. Veo y oigo como se envían armas y equipos a Ucrania para defenderse de la agresión, veo y oigo como se imponen sanciones a Rusia y como, incluso, se llega a pedir que la OTAN intervenga como fuerza liberadora.
Pero se, también, que hoy se cumple el 46 aniversario de la creación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) porque el pueblo saharaui fue abandonado por España que, era y es, la potencia colonizadora. Era el 26 de Febrero de 1976, cuando España abdicó de sus responsabilidades legales y entregó el Sahara Occidental a Marruecos.
El Gobierno español, presidido por el Borbón heredero de Franco, incumplió sus obligaciones y entregó el Sahara a Marruecos.
Lo justificó por la «presión internacional». Esa presión fue la «Marcha Verde», organizada por Hassan II, asesorado por EEUU y financiado por los petrodólares saudíes.
El pueblo saharaui, durante estos 46 años, ha sido abandonado por la comunidad internacional, sigue abandonado por España que, por otra parte, es aliada y amiga preferente de Marruecos y, por consiguiente, complice de la represión que sufren los y las saharauis.
Desde ese día, el gobierno de la RASD mantiene la lucha del pueblo saharaui por la autodeterminación, hasta 1991 lo hizo en guerra con Marruecos. Desde ese año, tras la firma de un alto el fuego con Marruecos bajo la tutela de la ONU, lucha por la autodeterminación por medios exclusivamente políticos y diplomáticos. La mayor parte del territorio de la RASD sigue en manos de Marruecos; solo una pequeña porción, los llamados territorios liberados, es territorio libre.
Desde ese día el pueblo saharaui, con la dignidad que le caracteriza, sigue resistiendo, sigue defendiendo su derecho a vivir en su tierra, a tener un estado, a vivir en paz y libertad. Resiste a pesar de la persecución, del encarcelamiento, de la tortura, de la muerte, de la desaparición forzada que sufren quienes viven en las ciudades ocupadas ilegalmente por Marruecos. Resisten en sus territorios liberados, al otro lado de ese vergonzante muro de 2.700 Km que divide su tierra. Resisten en los campamentos del desierto sobreviviendo gracias a la ayuda humanitaria internacional, cada vez más escasa. Resisten todos y cada uno de los intentos de Marruecos de quedarse con el Sáhara para explotar libremente sus recursos. Resisten la indiferencia internacional que mira para otro lado.
En los campamentos de Refugiados de la región argelina de Tinduf, viven más de 165.000 saharauis, esperando la vuelta a su tierra. Lo hacen en unas condiciones climatológicas extremas y con una economía que depende al 100 por 100 de la ayuda internacional. A pesar de todo el gobierno de la RASD ha conseguido dotar a su población en el exilio de unas condiciones de vida mínimamente dignas, garantizando una educación y una sanidad gratuitas e universales.
Hoy, una vez más, denunciamos el cinismo y la doble vara de medir de eso se se ha dado en llamar la «comunidad internacional».
Hoy, como siempre, gritamos ¡¡Sahara Libre¡¡
