¡¡Golpistas¡¡

Hoy, 23 de febrero de 2022, se cumplen 41 años de aquel 23-F en el que Tejero y sus guardias civiles, con pistola en mano, asaltaron el Congreso de los/as Diputados/as. Fue un clarísimo intento golpista con el que se quiso poner fin a la democracia que, a pesar de todo, empezaba a consolidarse

Apenas hacía 3 años (1978) que se había aprobado nuestra Constitución y el Estado democrático, tras 40 años de dictadura asesina, estaba empezando a organizarse.

Recuerdo aquella noche. Miedo, sentí el mismo miedo que teníamos durante los últimos años del franquismo y los primeros de la transición. Miedo, y desesperanza, por si la historia daba marcha atrás y volvía el régimen asesino que nos había oprimido durante 40 años, por si volvían al poder quienes habían llenado de fosas nuestro país y habían condenado al exilio a decenas de miles de personas, desesperanza por si volvía esa España nacionalcatólica de rosario y misa.

Hablaría de muchas sensaciones vitales que aquel día sentí pero hoy me interesa más recordar los motivos que invocaban los golpistas para intentar acabar con la democracia.

Entre ellos estaban la crisis económica dura que se vivía en España, la puesta en marcha de la descentralización del Estado que rompía la «sagrada» unidad de la patria, y la resistencia de sectores fascistas e involucionistas que añoraban el régimen franquista.

Aquellos días aparecían pintadas que decían «Fuera Políticos, Militares al Poder». Hoy, sin haber resuelto la crisis económica que arrastramos desde 2008, sin haber recuperado todo lo que el COVID y la pandemia se han llevado por delante, en medio de esa crisis de legitimidad de la política que han propiciado quienes la han pervertido con tramas corruptas, con bulos y mentiras, con sobreactuaciones,… hay quienes claman por sustituir a los/as políticos/as por burócratas sin ideología. Es verdad que ya no se llama a militares como solución, pero es que el sistema ya no necesita pistolas y tricornios. Quienes no creen en la democracia ya están en el Congreso, en nuestros Gobiernos Autonómicos y en nuestros ayuntamientos.

Hoy se criminaliza a políticos/as, se sataniza a los sindicatos de clase, se reclama quitar derechos como el de la huelga, se propone derogar leyes sociales como las de violencia contra la mujer, como las de vivienda, como la de la muerte digna, se escandalizan por subir el SMI, …

Son las consecuencias de no haber erradicado el franquismo, de haber pactado con él eso que nos cuentan que fue «la modélica transición».

De aquel golpe de hace 41 años, nunca se investigaron las tramas civiles y económicas que lo alimentaron. Los militares juzgados apenas llegaron a cumplir unos pocos años de condena y siguieron en nómina.

En estos 41 años nos han quitado demasiadas cosas por las que lucharon y luchamos.

En cualquier caso, con los tiempos que corren, hoy es un día para recordar a esa España del Nodo a la que nos quisieron devolver en 1981, tan solo hace 41 años, que es a la que nos quieren llevar quienes esgrimen su bandera y su españolismo sectario.

Seguiremos luchando porque la libertad, las conquistas sociales y los derechos no nos los regaló nada ni nadie y se pierde todo lo que no se defiende y no se gana nada más sin lucha organizada.

Hoy es necesario conseguir la unidad de la izquierda.

Hoy vuelve a ser necesario gritar ¡¡Fascismo Nunca Más¡¡