Mucho se ha hablado y escrito sobre los motivos por los que no apoyé la iniciativa del Partido Popular sobre un registro público para los estudios e informes externos que realice la DGA. Se expresa extrañeza porque Izquierda Unida votara en contra de una medida para mejorar el control sobre el gobierno. Incluso, en una sorprendente (y cada vez más frecuente) coincidencia entre la derecha y el nacionalismo, se me acusó en la cámara de estar apoyando al Gobierno de Iglesias. Toca, como corresponde a un representante de la ciudadanía, dar explicaciones públicas.

La cuestión inicial es que no voté contra el control de lo público sino que, como muchas otras veces he hecho, no voté a favor de  una iniciativa del PP.

No voté a favor por varias razones. La primera por considerar innecesaria la propuesta del PP en estos momentos. Hay una Ley de Contratos para las Administraciones Pùblicas. Yo pienso que hay que reformarla para evitar que todas las instituciones (también las que gobierna el PP) puedan externalizar estudios e informes que pueden elaborar los trabajadores de la función pública. Me parece mejor solución evitar las externalizaciones que crear un registro para ellas.

En estos momentos, en las Cortes de Aragón, hay abiertas dos ponencias: Una sobre la Ley del Presidente, que a mi juicio permitirá regular decisiones (como la de los asesores y puestos de confianza) y otra, que me parece más necesaria, puesto que busca la creación de la Cámara de Cuentas de Aragón que es el verdadero órgano de control de toda la gestión pública (no sólo de los estudios e informes). Implicar a toda la cámara en una ley sobre un registro de estudios retrasará el trámite de las otras que me parecen muy urgentes y necesarias.

La segunda porque, en estos momentos, la derecha intenta recuperar influencia y poder político y por ello ha puesto en marcha una campaña populista e intoxicadora sobre «escándalos», «oscurantismo», «gastos suntuarios», «amiguismo» y «falta de control» que, además de responder a sus objetivos,  debilita el sistema democrático y sus instituciones. Por ello no voy a apoyar ninguna iniciativa que, desde mi punto de vista, facilite esa estrategia.

La tercera porque, con la que está cayendo (espías, tramas urbanísticas, Castellón, Orense,…)  me resulta muy difícil coincidir con el PP en temas de trasparencia, control y denuncia de supuestos escándalos o corruptelas. Seguramente no tenemos la misma opinión sobre estas cosas.

La cuarta porque nuestra prioridad son las políticas sociales. El empleo, la vivienda, los parados y paradas que agotan el desempleo y sufren los desahucios, los EREs que diariamente atacan a las plantillas de las empresas aragonesas, esos autónomos y empleados del pequeño comercio que sufren igualmente la crisis, esa xenofobia latente contra el trabajador inmigrante … Ahí centramos todos los esfuerzos y exigimos con decisión que el Gobierno adopte medidas rápidas y eficaces.

El importe invertido en estudios es de 13 millones de €. A mí, a Izquierda Unida, nos preocupa mucho más la gestión global que hace el Gobierno de los 5.838 millones de €. Nos parece más interesante controlar los 1.881 millones de € que cuesta la sanidad pública y tratar de evitar los procesos de privatización. Dedicamos muchos más esfuerzos a  controlar los 957 millones de € del Departamento de Educación y evitar que siga creciendo la financiación para la enseñanza privada. Consideramos mucho más prioritario controlar las políticas de servicios sociales en las que el se invierten unos escasos 379 millones de €. Nos ocupan mucho más tiempo que los informes y estudios los 143 millones de € que gestiona Suelo y Vivienda que queremos que sirvan para vivienda social y de alquiler. Hacemos un seguimiento estricto de los 188 millones del Departamento de Economía y Empleo porque nos preocupan mucho los 9.000 parados que agotan la prestación por desempleo dentro de 6 meses,…

Bueno, como ven, es cuestión de prioridades. Y seguimos con las mismas que teníamos al ser los únicos en no avalar 200 millones de € que pedía una famosa multinacional mientras aplica un ERE detrás de otro. Nadie se ha preocupado de que no votamos igual que el PP.