trabajadorEsta afirmación, que debería ser una obviedad, es necesario recordarla en tiempos de crisis porque, con la excusa de la falta de «mercado», de la falta de «ventas», del exceso de «stocks», se justifican los despidos, no se renuevan los contratos temporales o se presenta un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Nadie se pregunta por qué se ha llegado a esta situación. Nadie cuestiona el modelo económico y productivo que tenemos. Muy pocos se dan cuenta de que, precisamente ese modelo  que tenemos, y que se pretende salvar, es el que ha provocado la crisis. Es el momento de denunciar que el debate sobre la crisis y su salida se está centrando en los costes laborales. Es, también, el momento de profundizar en el debate para no caer en la versión «oficial» de que la única salida es pidiendo esfuerzos y comprensión a los trabajadores y trabajadoras.

Hoy quiero centrarme en las «excusas» que se dan para presentar un ERE. Se invocan causas económicas. Se alega que la empresa no produce y que, en estas circunstancias, no puede seguir manteniendo los costes salariales de la plantilla. Por ello recurre al ERE que puede ser de suspensión temporal (unos días o meses a casa), de reducción de jornada (trabajar menos tiempo) o de extinción de empleo (directamente al paro). Reducen, dicen, así los costes y la empresa puede resultar viable a corto plazo. Si no se adoptan estas medidas se amenaza con el cierre de la empresa.

El Gobierno de Aragón, que prácticamente autoriza la totalidad de los EREs que se presentan, dice que no puede hacer más porque todos viene de acuerdo con la ley.

Recordemos que las leyes laborales que regulan los EREs son la consecuencia de las sucesivas reformas laborales que hizo el PP, que combatimos con huelgas y movilizaciones, y que siguen vigentes porque el Gobierno de Zapatero no las ha derogado. Aún, con todo, aunque sean legales, creo que el gobierno puede hacer algo más.

Si empezamos por las causas económicas debemos hacer varias preguntas y exigir respuestas a quienes presentan (empresarios/as) los EREs y a quienes los autorizan (Gobierno).

La productividad de una empresa se basa en los costes unitarios de producción. ¿Por qué, entonces, responsabilizamos única y exclusivamente a los costes salariales?, ¿Qué se ha hecho con las plusvalías obtenidas por el capital en los últimos años?, ¿Se han reinvertido en el proceso productivo para mejorar la calidad del producto?,¿Se han renovado equipamientos?, ¿Se ha diversificado la producción?, ¿Se ha aprovechado para mejorar la capacidad técnica?, ¿Se ha utilizado el beneficio para hacer a la empresa más eficiente en consumos enérgéticos?, ¿Se tienen en cuenta los costes financieros?, ¿Se ha invertido el beneficio en operaciones de riesgo o especulativas que han descapitalizado la empresa?… se me ocurren bastantes más pero creo suficiente esta relación para demostrar que el factor coste salarial no es el único, ni siquiera el determinante. ¿Por qué, entonces, se pide sacrificios y comprensión a los trabajadores y trabajdoras?

Lo entendemos desde las posiciones de la patronal pero resulta inaceptable que esa petición venga también desde las filas del gobierno. Es indecente, profundamente injusto y absolutamente reprobable, que el gobierno que ha llenado la banca privada de millones, que ha corrido al socorro de las promotoras y multinacionales, que perdona el impuesto de patrimonio a las clases pudientes y que es incapaz de controlar las fortunas que se escapan a los paraísos fiscales, salga pidiendo más esfuerzos a los trabajadores y trabajadoras que sufren, y pagan, la crisis.

¡¡ Ya está bien ¡¡. La crisis que la paguen quienes la han provocado.