Cuando vemos los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al tercer trimestre de 2012 nos damos cuenta que el desempleo es el más elevado de la historia, tanto en términos absolutos como relativos, y que ha superado la barrera de 25% de la población activa. Esto exige un cambio radical de la política del Gobierno de Mariano Rajoy.

No es posible seguir por el mismo camino. La política de empleo que sigue el Ejecutivo del PP no puede hacer otra cosa que no sea empeorar. Ni Rajoy ni ninguno de sus ministros tienen ya ninguna legitimidad ni credibilidad para volver a decir, como hasta ahora, que su partido tiene como prioridad buscar la creación de empleo. Las cifras son indiscutibles. LLegaremos a los seis millones de parados y paradas.
Sufrimos la utilización de la reforma laboral del Gobierno del PP, aplaudida por la derecha económica, y aquí están sus duras consecuencias sobre el aumento del desempleo. En Aragón, en el año de Gobierno de Rudi, han ido diariamente al paro 50 personas.
Uno de cada cuatro españoles no encuentra trabajo, el 52,3% de los jóvenes con menos de 25 años no tiene empleo y 1.737.900 hogares tienen a todos sus miembros en paro. Si a estas cifras se le suma el índice de pobreza y el problema de los desahucios, nos encontramos ante una situación social insostenible.
Hay, ya las hemos presentado, propuestas, planes y medidas alternativas. Las hemos presentado con un criterio positivo y una demostrada voluntad de diálogo. El Ejecutivo tiene una buena oportunidad durante el debate de las enmiendas parciales de los Presupuestos Generales del Estado de hacer caso a algunas de ellas y dejar a un lado su intransigencia y sectarismo. Ya veremos en que acaban los «presupuestos más sociales de la democracia» (Montoro dixit).
Los recursos económicos existen y deben dedicarse prioritariamente a la creación de empleo para darle la vuelta a una destrucción de puestos de trabajo que está siendo una constante durante los 11 meses de Rajoy al frente del Gobierno. Salvar a los parados y paradas no a los bancos debe pasar a ser el objetivo fundamental.
Para eso hay que rebelarse. El 14 N a la Huelga General

                                          ¡¡Nos vemos en las calles¡¡