Ayer, en las Cortes de Aragón, vimos a nuestra Presidenta, Luisa Fernanda Rudi, practicar el transformismo político. Ayer, mientras intervenía en el Debate sobre el Estado de la Comunidad, la Sra. Rudi, utilizó la tribuna para hacer populismo, y vino a dar lecciones de regeneración democrática.

Ya es, como poco, demagógico que, como Presidenta del PP de Aragón, no como Presidenta de Aragón, venga a dar lecciones. Su partido, el PP, es el especialista consumado en financiación ilegal y en corrupción política. Ella misma, la propia Rudi, reconoce que cobra un sobresueldo.

Rudi, ayer, cayó en el transformismo. ¿Cómo definirlo aquí y ahora? Se trata de usar el impulso, la demanda de cambio para modificar el sistema político en un sentido contrario a las aspiraciones populares.

Eso no es nuevo, hace ya el regeneracionismo aragonés hablaba de ello. El propio Joaquín Costa llamó oligarquía a unos y a otros caciques especializados en conseguir votos. Ayer, Rudi, formaba parte de estos caciques. Hizo una intervención oportunista para conseguir votos.

Ayer, Rudi, disfrazó de “regeneración democrática” una propuesta que, como la de Rajoy de cambiar la elección de los alcaldes es claramente oportunista, pero tiene mucho que ver con la tentativa transformista. Ayer, Rudi,propuso reducir el número de diputados. Bajo pretexto de acercar la política a lo que reclaman los ciudadanos se defienden sistemas mayoritarios. Dicen que para democratizar el sistema y acabar con los privilegios pero lo que, en definitiva buscan, es mantenerse en el poder defendiendo el sistema bipartidista de la alternancia. No lo hacen, como señala nuestra Constitución, para promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas, ni para remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud, ni para facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social. No, lo hacen para salvar su posición que es claramente cuestionada por la gente.

Rudi fue oportunista al hablar de reducir el nº de Diputados y diputadas. ¿Piensa cambiar el Estatuto de Autonomía que los regula? O simplemente fue la búsqueda de un titular.

Rudi fue transformista al hablar de retirar el aforamiento. ¿Por qué, entonces, votó en contra de esta propuesta hace tan sólo quince días?. ¿Por qué el PP blinda de manera express el aforamiento del Borbón que ya no es rey?

Yo quiero entrar en ese debate. Pero de manera abierta, limpia y transparente. Quiero quitar el aforamiento. No sólo de los Diputados de esta Cámara, sino también de los Diputados y Diputadas del Congreso, de los Senadores y Senadoras, del Exrey y la familia real, de los miembros de su Gobierno,… quiero, porque así lo defiendo, la igualdad de la ciudadanía ante la Ley.

También estoy dispuesto a hablar de la representación de la ciudadanía aragonesa, de diputados y diputadas, pero quiero hacerlo, también, con limpieza y transparencia. Quiero hablar de la Ley Electoral aragonesa, de si valen igual toldos los votos de la ciudadanía independientemente de donde resida, de si tienen derecho a voto los mayores de 16 años, de si tienen derecho a voto quienes residan desde hace más de dos años en Aragón, de las circunscripciones electorales, de la configuración de las comarcas,… de todo ello quiero hablar pero, al igual que con lo anterior, cada vez que hemos planteado ese debate el PP lo ha rehuido. Queremos hablar de estos temas y no, como Rudi, Cospedal y Rajoy pretenden, de recortar la pluralidad en las instituciones. Agosto 2012.1.