La ciudadanía, con toda legitimidad, ante los continuos escándalos de corrupción que aparecen, reclama más información sobre los cargos públicos. Interpela a todos por igual. La derecha ramplona y el populismo oportunista ha conseguido que la gente nos trate a todos como si todos y todas fuésemos sospechosos de corrupción y/o de enriquecimiento ilícito. Como si todos y todas cobrásemos “sobres”, como si todos y todas estuviéramos imputados o imputadas. El “todos igual” es la coartada perfecta para esta cuadrilla de sinvergüenzas. Sabemos, de sobras quienes son porque tienen nombre y apellidos y sabemos que, aunque se empeñen, no todos los políticos somos iguales. Hay una minoría, perfectamente identificada, que son corruptos, sinvergüenzas y chorizos.

Al hilo de esta lacra sangrante que es la corrupción se llega a cuestionar, incluso, si el político debe tener un sueldo y se llega a afirmar que con el salario mínimo le basta. Se hace populismo con esto.

Hoy salgo al paso de la perversa forma en que se está criminalizando la política. Defiendo y reclamo que el cargo público, el político elegido que dedica su trabajo a la política, tiene derecho a ser retribuido por su trabajo de representación. Tiene derecho a un salario. Un salario justo, que obligatoria y necesariamente, debe ser regulado y controlado.

Tan sólo con un sistema retributivo que fije y regule el régimen económico y laboral del cargo público, que implante un sistema de incompatibilidades y que establezca la forma de responder penal y patrimonialmente en casos de corrupción demostrada de los cargos públicos, estará asegurada la democracia. Un sistema que deje sin retribución alguna a quienes representan a la ciudadanía en las instituciones es un sistema antidemocrático que dejará la representación parlamentaria y municipal en manos de quienes “puedan” dedicarse a la política como “hobby”, o como segunda actividad o de quienes, pagados por “lobbyes” económicos, claramente, quieran poner la acción política al servicio de sus intereses. Esa es la política corrupta y caciquil que hemos tenido en este país hasta hace bien poco.

Agosto 2012.1.