Pues sí, ya tenemos la última encuesta. Habrá más, muchas más porque hay muchísimo interés en seguir creando opinión.  Yo prefiero sacar mis propias conclusiones.

Es evidente que, para mí, militante de Izquierda Unida, los resultados no son los que esperaba. Pero ello me anima a seguir trabajando. A seguir como hasta ahora. En la calle, con la gente, en las instituciones representando a la gente que nos vota. Acompañando las movilizaciones, presentando alternativas, asumiendo responsabilidades. Siendo coherentes con nosotros mismos. Me anima a seguir trabajando por la confluencia y la movilización ante un escenario de fin del bipartidismo.

Dicho esto me siento, también, muy animado porque la encuesta parece confirmar que el bipartidismo puede ser derrotado. Se que el trabajo de Izquierda Unida, y  el compromiso y la movilización de sus miles de militantes y representantes, en Aragón y en toda España y durante todos estos años, han sido esenciales para ganarle al bipartidismo. Hemos sido, y seguiremos siéndolo, protagonistas activos de la crisis de este régimen político.

Me anima, también y mucho, ver que puede ser posible acabar con el sistema tradicional de partidos asociado al régimen del 78 y la necesidad de construir una alternativa amplia, social y progresista, que componga un nuevo sistema político. Parece abrirse paso la posibilidad de un nuevo país.

No se me escapa ver que , a pesar de todo y de la que está cayendo, el bipartidismo sigue contando con casi un 50 % de apoyo mientras que las fuerzas progresistas consiguen, entre todas, un 30 %. Cifra que, en estos momentos, como se ve, aunque se consiguiera ir todos unidos, es todavía insuficiente  para impedir un posible pacto de salvación nacional entre los dos que se han estado alternando.

Aquí hago un inciso y remarco la necesidad de que, todas, absolutamente todas, las fuerzas progresistas tenemos una responsabilidad que asumir. Tenemos que, juntas, unidas, converger en un proyecto  alternativo que, empezando a ser realidad en las  elecciones municipales y autonómicas, abra el camino a un nuevo proceso constituyente.

En este sentido me preocupa el juego perverso que todos los titulares, y muchas opiniones, empiezan a lanzar. Ya hablan del tripartidismo. Ya quieren que este partido solo lo jueguen tres. Dicen que hay una alternativa al bipartidismo, pero cambian el «bi» por el «tri». Lo que pasa es que saben que ese escenario garantiza el «bi» porque el otro, por si solo, no será alternativa a nada.

Lo correcto sería decir que puede haber una alternativa al bipartidismo para añadir que esa alternativa hay que construirla entre todos. Será un error profundo que alguien se crea que es él, solo, la alternativa.

20140402000