Uno de esos días en los que el trabajo te hace coger el coche y pasas horas (esta vez hasta Oviedo, ida y vuelta) a solas contigo (lo que te deja el manos libres del móvil) y con la carretera, pones la música que te gusta y te acompaña ( me encantan Los Secretos y esas canciones tristes que hablan de derrotas y esperanzas), y mientras conduces, para vencer el aburrimiento de la carretera, vas pensando.

Estoy en la campaña que nos lleva a explicar a todas partes la necesidad de alcanzar esa Unidad Popular que permita romper (por lo menos intentarlo con ganas y con fuerza) el bipartidismo que está claramente entregado a la política económica de la austeridad, a los poderes fácticos, a quienes están arrasando con nuestros derechos y libertades.

Necesitamos esa alianza de las fuerzas transformadoras y de todos los sectores que están sufriendo el neoliberalismo. Necesitamos que, en esa alianza, las clases populares, los trabajadores y trabajadoras, jueguen un papel importante en la construcción de un Nuevo País, que tenga un nuevo modelo productivo y un nuevo modelo social.

Nadie, por sí solo, tiene fuerza ni capacidad para abrir la puerta a la alternativa. Por eso es necesaria la unión de fuerzas sociales y políticas para construir un Bloque alternativo (Unidad Popular). Esta fuerza trasciende lo electoral porque debe ser una fuerza acumulativa para conseguir gestionar el necesario (también) nuevo proceso constituyente que no se gana (aunque se llegue al Gobierno) en unas elecciones.

Pero es verdad que necesitamos llegar al Congreso con el bloque de diputados y diputadas de la ciudadanía más fuerte posible. Es imprescindible acumular fuerzas en las instituciones para propiciar la base legal y normativa del cambio.

Lo cierto es que está resultando complicado. Más allá de que alguno de los actores que deben participar en la construcción de la Unidad Popular se niega, pone vetos y la dificulta (de momento) hay todo un tinglado que lo complica.

El análisis político y social se ha sustituido por fotos, por titulares, por mensajes de 140 caracteres, por tertulianos y tertulianas de las principales empresas de comunicación. Esa realidad hace que, por ejemplo, para una gran mayoría (que también vota) sea más importante una pitada en un estadio que el gasto en armamento.

Pero aún estamos a tiempo, a pesar de todo, como hemos visto en las municipales, la Unidad Popular puede dar a la ciudadanía la capacidad de gobernar. Vayamos a por ello con decisión, con confianza y sin derrotismos.

Lo dejo aquí. Los Secretos hablan de unos ojos de gata y eso, mientras conduzco, me lleva a otros pensamientos, a otros recuerdos, a momentos vividos, y…., bueno eso ya se queda para mi.

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