“Los trabajadores seguimos
siendo el pariente pobre
de la democracia”
Marcelino Camacho
Razón tenía el compañero Marcelino, razones tenemos quienes, nos manifestamos contra el TTIP, quienes marchamos y, aunque nos detengan, seguimos exigiendo Pan, Techo, Trabajo y Dignidad, razones tenemos quienes volvemos a decir ¡¡OTAN NO¡¡, razones quienes reclamamos igualdad real y denunciamos los asesinatos machistas, razones tenemos quienes queremos romper con el régimen del 78 y abrir un nuevo proceso constituyente, razones tenemos quienes hemos decidido plantar cara al sistema y convertir nuestras razones en alternativa.
El 20 D, las candidaturas de Unidad Popular, todos y todas los compañeros y compañeras que forman esas candidaturas que estamos votando en procesos de primarias, junto a Alberto Garzón, van a convertir todas esas razones en votos por la esperanza, por la ilusión, por el compromiso.
“Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar”, dijo también Marcelino y eso, compañeros y compañeras, es lo que hacemos cuando, con la cabeza bien alta, orgullosos y orgullosas de ser de I.U. y compartir la lucha de clases, nos enfrentamos al capitalismo salvaje que, de la mano de gobiernos sumisos, nos está machacando. Lo decimos así de claro, orgullosos y orgullosas de lo que hemos sido y somos. Sin esconder la mochila
No nos rendimos, aquí estamos, y lo vamos a demostrar, lo vamos a hacer día a día, nos vamos a dejar la piel en esta campaña electoral que quiere llevar al Congreso a Alberto Garzón y un buen grupo de diputados y diputadas de los nuestros, de nuestra gente.
Aquí estamos, como siempre, con la gente, con sus luchas diarias, con sus movilizaciones, defendiendo derechos y luchando por un nuevo país que sea más justo, más solidario, más internacionalista, más feminista y más republicano.
Lo vamos a demostrar desde el principio. Todos y todas vamos a formar parte de ese compromiso colectivo que, junto a Alberto Garzón y el resto de candidatos y candidatas de la Unidad Popular, abrirá la puerta a la esperanza para dejar de ser el “pariente pobre”.