¿Posible Gobierno?
Veremos, ya hay un candidato. El escenario abre algunas posibilidades que conviene analizar. Ciertamente el paso atrás de Rajoy es el reconocimiento de que el PP no tiene apoyos suficientes. El intento de Pedro Sánchez hay que situarlo, primero, en la necesidad del PSOE (y del propio Sánchez) de aparecer como alternativa posible al PP tal y como lo ha sido en todos los años de la democracia (bipartidismo se llama eso).
Es cierto que, esta vez, los votos de la gente han dejado un Congreso sin mayorías claras y, por eso, conformar gobierno resulta complicado. Lo primero que hay que decidir es si, en estas condiciones, queremos un Gobierno que, necesariamente, debe salir del pacto y la negociación o si preferimos otras elecciones.
Yo no creo que haya que desaprovechar la oportunidad de sacar al PP del Gobierno pero no estoy dispuesto a que la cosa sea un asunto de sillones, no quiero un «ahora me toca a mí», ni quiero un reparto de carteras ministeriales, ni quiero que la cosa responda a intereses partidistas.
Se, porque así ha quedado el Congreso, que solo puede desbancarse al PP mediante un acuerdo en el que hacen falta 176 votos para investir al Presidente en una primera votación y que luego, en la segunda, basta con mayoría suficiente que puede conseguirse negociando apoyos y abstenciones. Luego después, para gobernar, hace falta sumar los votos necesarios que, como en el caso del Presidente, pueden acordarse apoyos y abstenciones.
En estas condiciones hay que tomar decisiones. Hay que tomarlas siendo conscientes de la necesidad de negociación. Lo cierto es que ya, sin hablar de programa, de medidas a tomar para empezar a resolver los problemas de la gente, ponen líneas rojas. Podemos y Ciudadanos se vetan mutuamente y los primeros llegan a proponer ya el Gobierno adjudicando las carteras a quienes consideran oportuno.
Yo creo necesario intentar un Gobierno. Me gustaría de izquierdas nítido y claro, rupturista y de vocación republicana, pero se que hoy las cuentas solo dan para uno que pudiéramos llamar de progreso. Lo más razonable, serio y honesto, sería hablar de un programa urgente de medidas sociales, de un compromiso con el empleo, con los servicios públicos, con las pensiones, …. negociado con limpieza y transparencia. Pero hasta ahora tan solo a Alberto Garzón y a la Unidad Popular les oigo hablar de esto. Han propuesto 15 medidas mínimas que, tras la consulta a las bases y a la militancia, debe comprometerse a cumplir quien quiera contar con el voto de los 2 diputados de IU-UP.
Conclusión, puede sacarse al PP del Gobierno, puede haber un gobierno obligado a poner los temas sociales en la agenda y puede haber otras elecciones. Ahora se trata de decidir. Se trata de ver el bosque o los árboles