Un día como hoy, hace 91 años, las mujeres pudieron votar por primera vez en unas elecciones.

La Constitución de la II República reconoció todos los derechos políticos y ciudadanos de la mujer, incluido su derecho al voto que nunca había tenido, y las mujeres dejaron de sufrir esa discriminación política con respecto a los hombres. Pudieron votar porque tras años de lucha y reivindicación, ganaron su derecho al voto.

Desde que llegó la II República, las mujeres podían ser diputadas pero no podían votar. De 465 escaños que había en las Cortes Republicanas tan solo 3 (Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken) los ocupaban mujeres. Hubo un tenso y acalorado debate en el Parlamento, protagonizado por Clara Campoamor, defendiendo el derecho al voto de la mujer, y Victoria Kent, oponiéndose a él. Pero el debate también estaba en las calles, en las tertulias de los cafés, entre la gente.

Es conocido que los argumentos en contra tenían que ver con esa parte de una sociedad machista que consideraba a la mujer inferior, que la minusvaloraba, como siempre había hecho.

Había otros que tenían que ver con la supuesta, aunque nunca demostrada, falta de criterio y formación política de la mujer y otros que, incluso, consideraban que el voto de la mujer sería causante del triunfo de las derechas. Con el tiempo, hoy todavía hay quien lo piensa, se recuerda que en el 1933, votando la mujer por primera vez, triunfó la derecha de la CEDA. No se suele decir que en 1936, también con el voto de la mujer, ganó el Frente Popular.

Del discurso de Clara Campoamor me quedo con este alegato: «tenéis, los hombres, el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural fundamental, que se basa en el respeto a todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo. Dejad que la mujer se manifieste como es, para conocerla y para juzgarla; respetad su derecho como ser humano»,

Rotundo y claro.

Apenas 3 años duró esa conquista que tantos años había costado conseguir.

El golpe de estado fascista de 1936, y el franquismo que duró décadas enteras, volvió a eliminar ese derecho y la mujer sufrió un recorte de sus derechos que vino unido al retroceso social y personal para la mujer que impuso, a sangre y fuego, el franquismo. Durante décadas las mujeres sufrieron un sistema patriarcal y machista que consideraba a la mujer como ciudadana de segunda clase y destinada exclusivamente a la maternidad y al hogar.

Hoy es un día en el que hay que recordar que el golpe de estado fascista de 1936, y el franquismo que le siguió; acabó con las elecciones libres, quitó el derecho al voto y que todos/as, pero especialmente las mujeres, sufrimos un recorte de derechos y libertades. No deberíamos olvidar estos hechos, ni deberíamos permitir que no se expliquen a los y las jóvenes estas realidades históricas.

Menos en estos tiempos en los que resurge ese franquismo sociológico que siempre ha contaminado nuestra democracia, cuando sigue existiendo el patriarcado, el machismo asesino y todavía no se ha logrado la igualdad real entre mujeres y hombres.

También convendría recordar que los derechos no caen del cielo, no son concesiones graciosas de nadie y que hay que pelearlos siempre. Lo sucedido con el derecho al voto de las mujeres nos confirma lo necesario que es saber que los derechos conseguidos no son irreversibles, que pueden perderse y, precisamente por ello, deben ser defendidos, protegidos y ejercidos.

Hoy, aunque la mujer ha recuperado el derecho al voto, la lucha por la igualdad continua y, para desgracia y vergüenza nuestra, tenemos en los gobiernos a quienes se proclaman herederos/as del franquismo y de quienes ganaron la guerra. Hoy en día seguimos viviendo en una sociedad machista y patriarcal que no ha permitido la igualdad real entre la mujer y el hombre.

Con todo, ¡¡Feliz Aniversario¡¡

La imagen es reproducción de una página de la revista Estampa (fuente Biblioteca Nacional)

La Dana, la última porque vendrán otras, me lleva a dejar alguna que otra reflexión. Dejado claro el sentimiento solidario con quienes la han sufrido, el pésame a quienes han perdido familiares, amigos/as o compañeros/as, el deseo de que quien ha perdido todo reciba, cuanto antes, toda la ayuda del mundo para superar el drama, no me resisto a compartir una opinión que, no es nueva, pero que creo necesario repetirla.

No voy a entrar en quien es el culpable, quien ha gestionado bien, mal o regular, si hubo quien andaba en otras cosas en vez de estar pendiente de sus obligaciones y responsabilidades, ni voy a perder el tiempo en discutir sobre quien tenía la responsabilidad de la gestión.

Tengo mi idea y, supongo, que todo el mundo tendrá la suya aunque la de muchos y muchas sea la que le han servido desde esa parte de estercolero que tienen las redes sociales.

Todo el mundo, como ha pasado en situaciones de catástrofes anteriores (Prestige, el COVID, danas anteriores, erupciones volcánicas,…) reclama, pide, exige, reivindica (utilicen el verbo petitorio que consideren más apropiado) dinero. Es normal y natural. Estas situaciones tan solo se pueden arreglar si el estado y las administraciones públicas ponen recursos económicos (ayudas, subvenciones, reparación de carreteras, ferrocarriles, calles, riberas,…), técnicos (helicópteros, grúas, camiones, barcos, aviones,… y humanos (ejército, bomberos, sanitarios, forestales, policía, guardia civil,…). No se olviden de los medios técnicos y humanos también requieren dinero que sale del mismo sitio.

Además se piden políticas y medidas de apoyo para que las empresas aguanten y resistan, para que los sectores afectados remonten, para que trabajadores y trabajadoras no se queden en el paro porque las empresas se han visto destrozadas por la DANA. Se llega, incluso, a oír como se piden ayudas a fondo perdido, vamos, algo así como se hizo con la banca, esa cuyo rescate pagamos a escote entre todos y todas.

Apoyo y reivindico esas exigencias.

Lo que ocurre es que veo, y oigo, y leo, que muchas de las gentes que reclaman esas grandes cantidades de dinero público son, o votan, a esas gentes liberales que no dejan de pedir, y reclamar, que se bajen, llegan a decir en algunos casos que se quiten, los impuestos.

Aquí viene lo del círculo cuadrado que, como todo el mundo sabe, es un problema irresoluble para la geometría. Pues con el dinero público pasa igual. Se supone, y veo que es mucho suponer, que todo el mundo sabe que los impuestos, pagados de manera progresiva, son la única forma de tener recursos públicos para pagar, además de todas las ayudas urgentes y cuantiosas que hacen falta por la tragedia y desastre de la DANA, la enseñanza, la sanidad, la dependencia, las vacunas contra la gripe, las vacunas contra el COVID, los subsidios, las pensiones, el ingreso mínimo vital, los ERTES, el ejército, las carreteras, la policía y, ya puestos, como casi todos y todas son monárquicos/as y mayoritariamente católicos/as, la monarquía y la iglesia.

Hay extensos sectores económicos, sociales y ciudadanos que, además de no querer pagar impuestos, creen tener el derecho consolidado de disponer siempre, para su beneficio particular, de recursos que son de todos y todas y que se necesitan para mantener el gasto público.

Lo dicho, esta gente no se ha enterado de que no hay círculos cuadrados y por eso, con una tremenda insensatez, con unas dosis enormes de populismo indecente y con una desmedida falta de rigor y seriedad reclaman quitar impuestos, los quitan en muchos de los sitios donde gobiernan pero luego, además de en situaciones como esta, exigen y reclaman dinero público.

Pero bueno, Vds. saben de sobra que no hay círculos cuadrados y no se dejan engañar, porque Vds. no votan a esta gente. Pero como hay mucha otra que sí, pues echen una mano y ayuden a desmontar sus oportunistas mentiras.

Por que si no, ya lo verán, pasará esta DANA y volveremos a esas populistas propuestas de quitar los impuestos. Pero ya puestos imagínense a estas gentes gobernando en la próxima.

Pronto llegará ese día, de hecho ya están los ayuntamientos preparando los cementerios para ese «Día de todos los santos», en el que más de medio mundo, irá a recordar y llevar flores a sus seres queridos.

Realmente no debería ser necesario, más allá de los empeños de la Iglesia y de quienes hacen un negocio especial con las flores ese día, tener un día para recordar. Creo que a la familia, compañeros/as y amigos/as que ya se han ido se les recuerda, con mayor o menor intensidad, todos los días y, especialmente, en el de su aniversario.

Muchas veces, pero especialmente cuando llega este día, pienso que a la familia, compañeros/as y amigos/as fallecidos/as pude darles el último abrazo. Recuerdo que a mi padre y a mi madre, en sus últimas horas, pude darles un beso y cogerles la mano. Ahora se donde están. Puedo, si así quiero, llevarles flores y recordarles todos los días del año. No necesito que nadie decrete un día oficial.

Con mucho sentimiento, pena y, también rabia, soy consciente de que hay mucha gente en este país que no sabe donde llevar flores a familiares, amigos/as y compañeros/as muertos porque no saben, siquiera, donde están enterrados/as.

Por eso todos los días, pero también en este “de todos los santos”, cuando veo a la gente ir con flores a los cementerios, recuerdo, porque no quiero olvidar, a quienes no recibirán ni una flor, ni este día, ni ningún día del año, porque nadie sabe en que cuneta o barranco están abandonados o abandonadas. No puedo, ni quiero, dejar de pensar en quienes, sin un último beso o abrazo, fueron asesinados/as en una tapia. Por eso, en este día, como en todos los días del año, habrá muchas casas, demasiadas, que recordarán con lágrimas de cariño, pero también de impotencia y rabia, a quienes fueron asesinados/as por defender la libertad y la democracia. Llorarán, con dolor y dignidad, porque ni ese día, ni en todos los demás días, meses y años, habrá un sitio al que poder llevar unas flores tricolores. No habrá un sitio al que ir a amar y recordar, aunque sea llorando.

No lo hay porque quienes fueron arrojados/as a las fosas y barrancos, murieron a solas con sus asesinos y quedaron, allí donde las balas les quitaron la vida. Allí, en muchos casos, siguen abandonados, pero nunca, jamás, olvidados.

No lo habrá mientras no se asuma que la Memoria Democrática, y los derechos de las víctimas, no son una cuestión de la izquierda o de las familias, sino que son una obligación de un estado que se denomine democrático.

Coincide además, que, el día de antes de ese día de “todos los santos”, el 31 de Octubre, es el que la vigente Ley 20/22 de Memoria Democrática dedica al recuerdo y homenaje de todas las víctimas del golpe militar, la Guerra y la Dictadura.

Hoy, como todos los días, como todos los años, es momento de recordar a quienes dieron todo por la libertad, por la democracia, por ese sueño republicano que, a sangre y fuego, reventó el fascismo. Hoy, como todos los días, como todos los años, es momento de decir alto y claro que este, en el que vivimos, es el único país que no ha condenado al régimen fascista y asesino que se impuso por la fuerza de las armas, es el único país, con democracia asentada, que permite la impunidad del régimen asesino y olvida lo que es Memoria, Justicia, Verdad, Reparación y Derecho a la No Repetición

Hoy, cuando quieren imponernos una falsa concordia, cuando la ultraderecha pisotea los derechos de las víctimas del franquismo, cuando quieren revisar la historia para que se olvide el pasado, es momento de recordar a esas miles de personas que, sintiendo el miedo, el terror y la angustia, miraban de frente a los asesinos que les habían colocado contra una tapia.

Así que hoy, como todos los días, como todos los años, con ese dolor sordo que provoca la rabia y la impotencia ante la injusticia, reclamo recuerdo, respeto y homenaje para quienes se enfrentaron al fascismo y dieron sus sueños, sus aspiraciones y su vida por una sociedad más justa.

Ya la civilización griega tuvo una diosa, Harmonía que, al igual que la romana Concordia, simbolizaba el entendimiento. En estos tiempos en los que vivimos Concordia, por definición, es acuerdo entre partes. Solo puede darse si hay entendimiento. Concordia es una palabra que, desde que el PP se entregó a la ultraderecha, oímos casi todos los días. Pero esa “concordia” que PP y VOX quieren imponer, mediante leyes aprobadas por esas mayorías absolutas de las que disponen en diferentes parlamentos autonómicos, es una concordia falsa. Es un indecente ejercicio de cinismo.

Pervierten el término, y su significado, porque lo que están planteando no es un proceso de acuerdo, ni tiene como objetivo la convivencia, ni pretende resolver el problema del reconocimiento de derechos fundamentales vulnerados durante décadas, ni quiere reconocer a las víctimas de una dictadura genocida.

Las “leyes de concordia” que quieren aprobar son herramientas blanqueadoras del franquismo, son la nueva forma de enterrar el pasado y ocultar las miles y miles de víctimas y desaparecidos/as, de echar un velo sobre las torturas, los linchamientos, las ejecuciones extrajudiciales, los bebés robados, la humillación constante sufrida por las mujeres, el trabajo esclavo, el exilio forzado, el expolio y robo sufrido por quienes fueron derrotados/as y sobre la complicidad de la jerarquía católica.

La unilateral “concordia” de la que nos hablan no cita, para nada, el franquismo, ni habla de los apoyos de nazis y fascistas que tuvo el golpismo, ni tiene en cuenta a los/as caciques, obispos, arzobispos, terratenientes y capitalistas que jalearon, y financiaron, la sublevación contra el legítimo y democrático Gobierno de la II República.

La “concordia” de la que nos hablan no nace de la voluntad de entendimiento o, cuando menos, de acuerdo ya que el consenso se ve totalmente imposible.

Su “concordia”, así lo expresan, parte de un supuesto falso. Consideran que el Gobierno de la II República no era legítimo y, por eso, hubo que derrocarlo. Tuvo que haber un golpe de estado, una guerra y 40 años de dictadura para “salvar” a este país del desorden. Equiparan, de manera insidiosa, a un Gobierno democrático con una sublevación fascista. No es gratuito, ni casual, que hoy en día, en pleno S XXI, sigamos oyendo proclamas en contra de la legitimidad del actual Gobierno.

Son los/as mismos/as que en 1936 acabaron con el primer sistema de gobierno democrático que tuvo este país a lo largo de su historia.

Sus “leyes de concordia” atentan contra la democracia porque pretenden reescribir la historia y demostrar que la culpa de lo sucedido en el siglo pasado fue de la II República. Ponen al mismo nivel al franquismo y al régimen democrático que derribó. “Ambos bandos cometieron errores”, nos dicen.

Sus “leyes de concordia”, impuestas por decreto, pretenden normalizar el franquismo. Vienen a decir que hay que dejar de hablar de aquellos años, que hay que aceptar el silencio, el miedo y la sumisión que impusieron, como algo normal, por haber sido quienes vencieron.

Sus “leyes de concordia” se sitúan, otra vez, en los años 70, cuando agonizaba el régimen y el franquismo aceptó la transición, y la llegada de la democracia, a cambio de ese “pacto de silencio” que fue la Ley de Amnistía de 1977. Esa ley, preconstitucional, es la que sigue invocando la judicatura para cerrar el paso a todas las demandas y querellas interpuestas contra el franquismo y sus verdugos.

Con sus “leyes de concordia” quieren acabar con la Memoria Democrática y reescribir la historia para volver a escribirla según su relato.

Sus “leyes de concordia” están marcadas por el odio y el rencor, en vez de por la búsqueda de entendimiento. Olvidan que la memoria es un ejercicio de reconstrucción del pasado.

En vez de tramposas “concordias” necesitamos políticas públicas que, apoyadas en los principios de Verdad, Justicia y Reparación, den a la sociedad garantías de no repetición. Tan solo con estos principios podrá haber Concordia, con mayúsculas,  para construir una memoria democrática que sea el soporte fundamental de una verdadera cultura democrática.

Hoy, a pesar de las trabas, superando el vacío y la falta de apoyo e interés institucional, sabemos lo que fue el régimen franquista, pero sus herederos y herederas quieren volverlo a ocultar.

Hoy, PP y VOX, equiparan a víctimas y verdugos. Hoy, para blanquear al franquismo, esconden a sus víctimas al homologarlas con las del terrorismo o las de otro tipo de violencias.

Hoy, todavía, en los barrancos y cunetas donde fueron arrojados, siguen miles de cuerpos esperando su exhumación e identificación.

Hoy, los/as herederos/as del franquismo, a pesar de los informes de la ONU, a pesar del fallo de Tribunal Constitucional, que les dicen claramente que sus leyes de concordia vulneran derechos fundamentales, dan una bofetada con sus cínicas “leyes de concordia”.

Se la dan a las víctimas del franquismo y sus familiares, se la dan a las Asociaciones Memorialistas y nos la dan a toda la ciudadanía porque, una vez más, nos roban nuestro derecho a saber y conocer lo que sucedió, lo que pasaron nuestros abuelos y abuelas, lo que vivieron nuestro padres y madres y lo que nos han robado durante 40 años de dictadura, sin derechos ni libertades.

Nota.- Este artículo ha sido publicado en El Periódico de Aragón (27 de Junio de 2024)

Hay un dicho popular que dice “vuelta la burra al trigo”. Se utiliza para expresar el hartazgo que supone oír a alguien reiterar sus argumentos, afirmaciones o errores sin importarle lo más mínimo que las cosas sean distintas a lo que afirma u opina.

Fantasmas, viene de una palabra griega que significa “apariciones”, son supuestas almas errantes de seres muertos o, según algunas culturas, espíritus, que se manifiestan entre los seres vivos.

Así, a priori, estarán pensando qué tendrán que ver las burras con los fantasmas, o viceversa. Es muy razonable que, salvo que sean empedernidos/as acólitos del PP y de su lider, D.Alberto, piensen que esto que escribo no tiene sentido o que es fruto de alguna licencia humana asociada a las libaciones propias de un fin de semana.

Pero no, ya verán. Advierto, nuevamente, que hooligans peperos, admiradores/as de D.Alberto, o de Dª Cuca, se abstengan de seguir con la lectura ya que, en absoluto, va dirigida a ellos o ellas. Creo que no tienen arreglo.

Un o una persona, con una mínima capacidad de análisis, oyendo a las huestes peperas insistir, una y otra vez, con el tema del terrorismo etarra y con el tema del process catalán, tiene que estar hasta el gorro de que, el facherío patrio, saque a relucir fantasmas de pasado y, cual burra empeñada en volver al mismo sitio, niegue las evidencias.

ETA, hace más de una década que desapareció. No queda nada de esa organización terrorista. Pero el PP se empeña en sacar su fantasma a relucir. No se donde, me imagino que en cualquiera de esas universidades que regalan masteres a según quienes, ha obtenido la diplomatura en fantasmalogía. Por eso, un día y otro, ve penando entre nosotros y nosotras, las almas de aquellos/as terroristas que asesinaban, que secuestraban y que extorsionaban. Lo que ocurre es que, salvo D.Alberto, Dª Cuca y esa legión de seguidores/as acríticos/as indocumentados/as, todo el mundo sabe que el terrorismo en este país, como los fantasmas, no existe.

El process en Cataluña, pues salvo el interés en negarlo, es evidente que ha cansado incluso a los/as catalanes y catalanas. Ya ven los resultados recientes. Por primera vez en décadas la suma del independentismo catalán, incluido ese nuevo partido racista y xenófobo de Alianza Catalana, se queda por debajo del 50%. D.Alberto, Dª Cuca y sus incondicionales, nunca reconocerán que lo que disparó para arriba al independentismo fue aquella decisión, de D.Mariano, de liarse a porrazos con el personal y aplicar aquel artículo 155 que “obligaba” a Cataluña a cumplir la Constitución.

Pero D.Alberto, Dª Cuca y sus incondicionales hooligans, incluida esa caverna mediática al servicio de la fachosfera patria y esa fauna tertuliana especialista en el morbo y los bulos, como esa burra que siempre vuelve al trigo, se empeñan en decirnos que el process está vivo porque, gracias al sanchismo, ha resucitado. La última es que harán Presidente a Puigdmont

Ciertamente que la cosa del process, aunque tenga protagonistas que llevan todo el camino de convertirse en fantasmas, de momento no puedo situarlo en el terreno de la fantasmagoría porque quedan por ahí algunos/as recalcitrantes independentistas que, como el peperío, tienen su propia burra que vuelve al trigo.

Llegados a este punto, si es que no se han perdido, entenderán la referencia inicial que hago. La burra del dicho siempre volvía al trigo porque sabía que allí había comida. D.Alberto, Dª Cuca y sus huestes, emulando al “equus africanus asinus” (asno o burro), vuelven a ese trigo, el terrorismo (fantasma inexistente) y el process (derrotado) que les da de comer.

Ha llegado el momento, señores y señoras, de dejar de ser ese trigo que alimenta con votos a esa burra acompañada de fantasmas y almas en pena.

Ya saben, la próxima cita con las urnas el día 9 de Junio. Se empeñarán en decirles, a base de encuestas, titulares y tertulias, que habrá mucha gente que votará para que vayan a Bruselas las burras y los fantasmas. Pero no olviden que su voto es libre y soberano, que no lo decide ninguna encuesta, ningún titular, ni ninguna tertulia y, sobre todo, no olviden que su voto no tiene por qué ser alimento de la burra ni tener miedo a los fantasmas.

Es la última ocurrencia de ese despierto lider del PP. Una jugada del manual del electoralismo más rastrero. Al hilo de esa oportunidad que le brinda el candidato de Bildu a las elecciones vascas, sale Feijoo exigiendo a Pedro Sánchez que le acompañe a un notario para firmar, juntos los dos, un acuerdo que les comprometa a no pactar con Bildu en ninguna parte mientras, dice el gallego, no condene el terrorismo.

Exige a Pedro Sánchez aislar a Bildu. Ya saben que este buen demócrata y sus acólitos no aceptan que Bildu es un partido legal y que, por tanto, tiene el mismo derecho que todos los demás a negociar, pactar y gobernar. Es tan demócrata que niega el derecho a existir de quienes él considera herederos de ETA, pero pacta y gobierna con quienes son herederos del franquismo y con quienes, abiertamente, se declaran franquistas.

Este buen demócrata se arroga el derecho a dar legitimidad ética y moral a los/as demás.

Vaya por delante que pienso que ETA fue ( todos/as sabemos que hace más de una década que desapareció) una organización terrorista. Pienso que hay que llamar a las cosas por su nombre y creo que Pello Otxandiano se equivocó en su ambigüedad calculada.

Pero dicho esto no deja de sorprender el asqueroso e indecente cinismo del PP, que es el mismo cinismo indecente y asqueroso de la ultraderecha, de la caverna mediática, de los/as tertulianos/as más casposos y reaccionarios y es el mismo cinismo asqueroso de quienes quieren enterrar la memoria democrática.

Dicen estos cínicos/as compulsivos/as que hay que bloquear a Bildu porque no reconoce que ETA fue una banda terrorista.

Lo dicen quienes recurrieron a una infame mentira aquel terrible, y horrible, 11 M. Quienes nada quieren saber de ese terrorismo de estado que fue la guerra sucia, quienes han llenado de mierda las cloacas del estado.

Lo dicen quienes se arrejuntan con quienes niegan, y por lo tanto no condenan, ese terrorismo machista que asesina mujeres, niños y niñas. Lo dicen quienes gobiernan con racistas, xenófobos, e islamófobos que alientan el odio contra el/la diferente.

Piden ir al notario los/as que se alían, y gobiernan,con quienes, no condenan el franquismo porque siguen pensando que fue necesario para salvar esta puñetera patria. Por eso, niegan su violencia asesina, sus torturas, el expolio al que sometieron a decenas de miles de personas, niegan el trabajo esclavo al que fueron sometidos miles y miles de trabajadores, niegan el robo planificado de bebés. Por eso, quienes no quieren que se pase la página del terrorismo, quieren cerrar el libro del franquismo e imponer su «concordia» que entierra ese pasado.

Vamos, que quienes piden ese compromiso ético para condenar el terrorismo de ETA, se pasan por esas innobles partes por donde amargan los pepinos, el compromiso ético con la condena del franquismo, con la condena de los asesinatos machistas o con la condena de los mensajes de odio.

No me refiero a aquella canción que cantaba Luis Eduardo Aute, hablo de esa frase que hemos oído, incluso dicho, muchas veces para representar, de modo educado, la hartura que nos produce un hecho reiterado.

Estamos en esa semana que las gentes religiosas llaman santa y que es el ejemplo más evidente de ese «más de lo mismo». ¡Mira que llevan años y siglos con el tema¡.

Pero es algo que las derechas, rancias y casposas, que tenemos en este puñetero país vienen haciendo y practicando durante siglos y, si me apuran, milenios.

Así vemos a un presidente murciano que se «engrandece» en plan emperador romano, imitando a Ben Hur (ese clásico de las semanas de pasión), y monta un numerito con una cuadriga en una procesión. Más de lo mismo, circo y espectáculo.

Tenemos, aquí en esta tierra que llaman noble, a un Vicepresidente que, como buen reaccionario, es islamófobo, machista y racista (más de lo mismo), al que le pagamos entre todas y todos (quienes no encuentran piso o no pueden pagarlo también) un piso de alquiler, aunque el «buen hombre» cobra 80.000 € al año. Más de lo mismo, la derecha gobierna para sí misma.

No acaba aquí el «más de lo mismo» de nuestro vicepresidente. Aunque prometió (más de lo mismo, promesas incumplidas) austeridad para evitar que el dinero público fuera a «chiringuitos» feministas o memorialistas, contrata (más de lo mismo), con el dinero de todos y todas, a 42 afines.

Vemos como el «más de lo mismo» de ese portento (cosa que causa admiración o terror) que es Dª Isabel Diaz Ayuso le hace afirmar que en España se «normaliza el crimen» (ya me gustaría saber donde ve esta buena señora crímenes normalizados) y defiende el sistema ultraliberal de aquel dictador llamado Pinochet. El colmo es que, en su periplo chileno afirma que, «mientras ella preside un gobierno legítimo, Sánchez no». En definitiva, el más de lo mismo del ayusismo son las frases gruesas, embusteras y mentirosas, así como el desprecio absoluto a la inteligencia de los y las demás, y el ninguneo a nuestra democracia porque, más de lo mismo, el facherío patrio solo acepta las reglas democráticas cuando le interesa. Dª Isabel no quiere reconocer la legitimidad de un gobierno, salido del Congreso, que ha salido de las urnas democráticas.

Lo preocupante es que, en este puñetero país, según las encuestas, hay cantidad de personal que se apunta al «más de lo mismo» y vota a estas gentes. Nadie parece recordar que, para seguir con ese «más de lo mismo», las derechas, dieron un golpe de estado porque hubo un Gobierno, el de la II República, que quiso acabar con ese más de lo mismo que, secularmente, ha aplicado la derecha explotadora y caciquil. Sin irnos tan lejos nadie parece recordar los decretazos, las reformas laborales, las congelaciones de salarios y pensiones, los rescates a la banca, las corruptelas y comisiones, la guerra de Irak, las amistades peligrosas y demás señas de identidad de las derechas. Y si nos quedamos en lo más reciente pues no estaría de más no olvidar ese «más de lo mismo» que han sido los/as ancianos/as muertos/as en residencias, y que son los dineros para los negocios privados de la sanidad y la educación y los trapicheos varios de hermanos y parejas.

Bueno, Aute en referencia a la relación personal, cantaba que «prefería el abismo, a más de lo mismo»

Pues yo, con estas cosas tan serias como la libertad, los derechos, la democracia, el gobernar para el bien común… preferiría que estas gentes que votan siempre el «más de lo mismo» hicieran su apuesta por el abismo que, para ellos y ellas, es un gobierno progresista.

Bueno, y feliz semana¡¡

Parece, al menos así nos lo decían, que en las sociedades modernas y desarrolladas, con niveles democráticos aceptables y donde hay poderes públicos elegidos por la ciudadanía, la pobreza se iba erradicando, la igualdad de oportunidades se abría paso y la brecha salarial se iba reduciendo.

Ya sabemos que hay países, subdesarrollados dicen, o del tercer mundo dicen también, o de sátrapas petroleros, en los que las familias pudientes son las que pueden pagar sanidad, educación,…. y el resto, los parias y campesinos, bastante hacen con sobrevivir y aguantar, a ser posible sin ponerse enfermos/as porque no pueden pagar al médico o las medicinas.

Como todos los años, hemos conocido el informe AROPE. Es la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social que, aquí,en el Estado Español, es denominada como EAPN-ES.

Lo lees y, mira por donde resulta que aquí, en este país de charanga y pandereta, ese que luce banderas por balcones y muñecas, el que no vive por que los/as pérfidos/as catalanes/as quieren romperlo, el que teme que lo rompa una amnistía, el que vive aterrorizado por un terrorismo inexistente, la pobreza se incrementa.

Resulta que estos/as constitucionalistas aguerridos/as, bocachanclas de medio pelo, nada tienen que decir de esos derechos constitucionales del pan y el techo. Indecentemente se olvidan de que el artº 39 de esa Constitución que tanto respetan y que, para lo que les interesa, obligan a cumplir dice: «Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia».

Pues, a lo que se ve, no de todas las familias. Solamente de algunas.

En el conjunto del territorio nacional, la tasa de pobreza AROPE alcanza al 26% del total de población es decir, unos 12,3 millones de personas están en situación de riesgo de pobreza o exclusión social. (En aragón el 19,1 que son más de 250.000 personas).

Sube el número de personas que no han podido mantener una temperatura adecuada en su hogar: un 17,1 %. También se incrementa al 5,4 % (0,7 puntos más que el año pasado) el número de personas que no pudieron permitirse una comida con carne, pollo o pescado cada dos días y al 33,5 % aquellos/as que no pudieron irse de vacaciones al menos una semana al año.

Por otra parte, se registra un incremento de las personas que llegan con dificultad a fin de mes que ya afecta al 47,8 % del personal, lo que supone que casi la mitad de la población española las pasa canutas.

Eso sí, los datos también señalan que el 20 % más rico de la población (ese al que le quitan los impuestos) tiene una renta neta conjunta 5,6 veces superior a la del 20 % más pobre.

La pobreza infantil, es decir, aquella que se registra entre los niños, niñas y adolescentes se sitúa en el 27,8 % (más de 1 de cada 4 niños/as vive en la pobreza).

Pero estos/as abanderados/as de la unidad de la patria, de las libertades y la democracia tan solo están preocupados/as por la amnistía y por derogar el sanchismo y se empeñan en que esas son las preocupaciones del personal.

Así que nada, si Vd. pasa de los problemas del personal y se preocupa de la amnistía y de la unidad de la patria, si les votó, estará contento/a y satisfecho/a con lo que ha votado. Pero si se preocupa por llegar a fin de mes, porque no le falta la sanidad ni la educación, porque quiere que sus hijos/as puedan tener una vivienda y un salario dignos o si le molesta que vuelva la censura y les ha votado, supongo que estará arrepentido/a, y si no, hágaselo mirar.

Vamos, que por más vueltas que le doy no termino de entender que pasándolas canutas la mitad de la población estas gentes lleguen a los gobiernos. Por si les sirve para la reflexión de su voto futuro miren como están en Argentina

Dice el Apocalipsis, el último libro del nuevo testamento, que siete ángeles harán sonar siete trompetas y que, cada vez que suene una, traerá una nueva ola de catástrofes a la tierra. Yo no he oído ninguna.

Pero el facherío patrio debe estar oyendo trompetas todos los días y a todas horas, aunque lo que de verdad le ocurre es que no sabe como conseguir que no haya investidura, que no haya otro gobierno progresista y que haya unas nuevas elecciones.

Por eso, a golpe de exageraciones, hipérboles de mal gusto, palabras gruesas y populismo barato, el facherío patrio mantiene su cruzada contra el sanchismo utilizando esa coartada que le brinda la ley de amnistía.

Así, un día si y otro también, vemos a gentes que, se supone, saben de lo que hablan, afirmar que una amnistía nos lleva a una dictadura. Si se quitaran la gorra patriotera y miraran a su alrededor verían que ha habido, y habrá, amnistías en Portugal, Francia, Reino Unido, Suecia, Alemania y algunos países más y, que yo sepa, ninguna dictadura gobierna en ninguno de ellos.

De esperpento diario es ver como tocan la trompeta de la dictadura quienes justifican el franquismo y lanzan y corean loas a Franco y su régimen en las «espontáneas» concentraciones.

Resulta que se manifiestan contra la amnistía hooligans de un partido que, si no se hubiera amnistiado en 1977 a sus fundadores, no estaría presente. Se manifiestan a favor de la Constitución gentes que no la votaron. Se manifiestan contra «la desigualdad de trato» gente que defiende aquella amnistía fiscal que, además de librar de penas a corruptos y evasores de impuestos, permitió el blanqueo de dinero negro.

Nos hablan de «trato desigual» cuando se amnistía a las gentes que organizaron lo del process, quienes no levantaron la voz, ni vieron trato desigual, cuando se amnistió a torturadores y asesinos .

El sainete continua cuando vemos que, quienes no han movido un pelo por los salarios, las pensiones, la vivienda, el empleo, el SMI, la vivienda, la educación o la sanidad, convocan una huelga general contra la desigualdad y la traición que «rompen España».

Ya lo dijo Machado: «Es propio de mentes estrechas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza».

Eso es lo que, en definitiva, pasa. No se acepta un sistema democrático que hace que gobierne quien tiene la mayoría.

Por eso, como ángeles trompeteros, se llena la boca llamando ilegítimo a un gobierno democrático y claman por una repetición electoral. ¿No se acuerdan que hemos votado hace cuatro meses y les hemos dicho que en este país no cabe un gobierno en el que esté la ultraderecha?

Ya saben que una matraca, además de ser un instrumento utilizado mayoritariamente en este país en actos religiosos, es como se denomina el arte de dar la paliza verbal insistiendo de manera pesada y desagradable, una y otra vez, con un mismo tema
El PP de Feijoo, ese que está empeñado en gobernar este país de la mano de la extrema derecha, sigue empeñado en su raca raca con Bildu, en esa falacia del terrorismo y sus herederos/as, en la de los/as filoetarras y, a veces, saca a relucir hasta la banda armada que hace ya décadas quedó vencida y disuelta por la democracia.
El Sr.Feijoo sabe, así parece que lo ha demostrado el resultado del pasado 28 M, que hay una mayoría de votantes que, en vez de con el criterio que da la razón, votan con la víscera.
Ya lo ven. Su programa de gobierno se reduce a propuestas de este tipo: «Revisar cada ley que haya sido aprobada con el voto decisivo de Bildu».
Algunas precisiones para votantes incautos/as. Bildu, en esta legislatura, ha tenido 5 escaños. Lo que significa que tan solo ha aportado a las leyes que se han aprobado 5 votos. Como resulta que el Gobierno PSOE-Unidas Podemos solo tenía 155 votos, para llegar a los 175 que se necesitan para tener mayoría en el Congreso debía sumar 20 votos más. Recuerden la EGB y sumen.
155 votos del Gobierno + 5 votos de Bildu = 160. No sale la cuenta
Si no es mucho esfuerzo cerebral quizá entiendan que las leyes aprobadas en esta legislatura, además de con los votos de Bildu, han contado con los de otros partidos políticos. No se, en la mente feijoniana, cuales han sido las leyes en las que han sido «decisivos» los votos de Bildu, y no los de Más Madrid, o los de ERC, o los del PNV o, ya que hablamos de esto, el de su diputado Casero que se equivocó en la reforma laboral. Vamos, que una vez más, Feijoo y el PP les tratan como personas que no superarían el test de Barrio Sésamo.
Pero, por si a pesar de todo, piensan votarle les doy una relación de las leyes que Bildu y demás partidos han apoyado y que este buen hombre, empeñado en su matraca, quiere revisar:
– Revalorización de pensiones al IPC
– Subida del 15% de las pensiones no contributivas
– Ley de Eutanasia
– El Ingreso Mínimo Vital
– Subida del Salario Mínimo
– Los ERTES y todas sus prórrogas
– Eliminación de la Ley que enjuiciaba a sindicalistas
– Ley de transición ecológica que prohíbe el fracking
– Ley Riders que acaba con con la explotación de falsos autónomos

– Eliminación del despido por baja médica
– Precio del gas topado
– Impuestos a la banca y las energéticas
– Esas «pequeñas cosas» derivadas de las consecuencias de la guerra de Ucrania como los 20 cts del carburante, congelación de alquileres, subida del Ingreso Mínimo Vital, ayudas a PYMES y autónomos, bono social eléctrico,….

Y podría seguir con algunas otras, pero vamos, como ejemplo de lo que sería el Gobierno PP-VOX creo que ya vale.
Añadan a ello los empeños del facherío patrio en acabar con los servicios púbicos, con los impuestos a las rentas más altas, con la ley del Aborto, con las leyes de Igualdad, con las de Memoria Democrática y no se olviden del negacionismo del machismo asesino, del antivacunas y del cambio climático.
Como ven con su voto pueden ayudar a que quede un país hecho polvo, que pierda derechos que han costado décadas de lucha conquistar, que baje puestos en la clasificación de países democráticos y que retroceda al siglo pasado, a esa España tercermundista y carpetovetónica que parecía superada.
Claro que, también, pueden ayudar a que las cosas sean de otra manera. Ustedes mismos/as