Ayer, tuve el honor de presidirla, se celebró la XIII Asamblea de IU Aragón. El buen trabajo del compañero Alvaro Sanz, de Jorge Sanz, y de toda la dirección que les acompaña, ha hecho posible una Asamblea de Unidad, de compromiso, de seguir trabajando.

Aquí seguimos, una página más de ese libro que recoge la lucha diaria. En mi caso dije adios a 19 años de estar en los órganos de dirección de IU. No voy a negar que eso, el seguir dando voluntarios pasos atrás, hizo que algo se moviera por dentro. Pero es un placer haberlo vivido y llegar hasta aquí con el convencimiento absoluto de que ha merecido la pena, con la seguridad de que, desde otro lugar, voy a seguir donde siempre, en la izquierda y en esa organización seria, rigurosa, luchadora y reivincicativa que es IU.

Aquí seguimos. Trabajando para seguir adelante, para corregir errores, para recuperar espacio. Seguimos, como siempre, en la izquierda.

La gente, especialmente las clases populares, la clase trabajadora, sufren las consecuencias de un modelo injusto, que amenaza a los/as de siempre, a los/as más débiles. A la gente que sufre los mordiscos de la  reducción de costes salariales y laborales que exige la competitividad, a quienes tienen problemas para llegar a fin de mes o a quienes esperan una vivienda digna. Por eso seguimos.

Porque vemos el rostro de la injusticia, de la exclusión, porque vemos como el paro destrozar familias, porque vemos criminalizar a quienes disienten, porque vemos como se deja en la calle a la gente, y vemos como se arrasa el planeta, y vemos países destrozados por un puñado de barriles, y vemos el patriarcado asesino, vemos pueblos enteros abandonados a su suerte porque la vacuna no les llega y vemos la corrupción de alta y baja intensidad.

Por eso seguimos en esta Izquierda Unida que tanto esfuerzo y militancia nos ha costado, para luchar por una sociedad más justa e igualitaria, para continuar el sueño de un planeta libre, solidario y sin opresiones. Desde la resistencia y la alternativa, seguimos trabajando por un mundo de iguales en la diversidad.

Conciencia, compromiso y acción. Es lo que ha asumido IU en su XIII Asamblea. Pero también, sería imposible sin ello, trabajo colectivo para  caminar por la senda que abre la esperanza de emancipación del letargo social y político al que nos llevan el bipartidismo, la equidistancia, la despolitización y el afán desmedido por trascender la ideología y ocupar el centro.

Trabajo para ser la referencia de la izquierda trasformadora aragonesa, de la izquierda que no interioriza la lógica neoliberal disfrazada de posiciones socialdemócratas y continuistas. Conciencia, de clase, para seguir siendo la izquierda que lucha por el reconocimiento de los derechos de de la ciudadanía y de los pueblos desde una óptica  republicana, federal e internacionalista, de la izquierda que defiende el estado del bienestar.

Muchísima fuerza y suerte a Alvaro y al resto de compañeras y compañeras con quienes es todo un lujo, y un honor, militar en Izquierda Unida. Lo dicho, aquí seguimos

No hace mucho, escribía sobre ese revisionismo que aplica nuestro Presidente de Aragón, Javier Lambán, a la historia reciente que le lleva a ser un impertérrito blanqueador del franquismo.

Hoy, en su cuenta de twiter, además de recomendar la lectura de un artículo de El Mundo, que destaca la figura de José Antonio Primo de Rivera, ya saben el fundador de la falange y, por consiguiente, el mandamás de esos pistoleros falangistas que sembraron de muertos las tapias de cementerios, barrancos y cunetas, se permite banalizar la cosa con quienes él llama los «belicosos nietos de los combatientes de la guerra».

Lambán, no es la primera vez que lo demuestra, es uno de esos barones del socialismo que abandonó la socialdemocracia hace ya tiempo, y que se dedica a difundir ese «discurso histórico» que oculta una parte de nuestra historia, que odia a anarquistas y comunistas, y que blanquea al franquismo con el fin de salvaguardar la transición y el actual sistema constitucional y monárquico.

Eso le lleva a caer en ese populismo oportunista que, por captar un par de votos, conduce a la provocación y el insulto. Más le valdría a nuestro Presidente leer bien, cumplir y hacer cumplir la vigente Ley de Memoria democrática de Aragón que, lejos de fijarse en falangistas, obliga a tratar a las víctimas del franquismo y a sus familiares con dignidad, que obliga a incorporar la Memoria Democrática al currículo escolar, que obliga a limpiar los espacios públicos de vestigios del franquismo y que obliga a trabajar por la Memoria, la Verdad, la Justicia, la Reparación y la Dignidad de «esos belicosos nietos de quienes combatieron en la guerra», pero que son también nietos y nietas de quienes fueron asesinados/as lejos de los frentes de batalla. Un dato, en Zaragoza no hubo batalla, no fue frente de guerra. Los sublevados controlaron todo desde el primer momento. Pero hay documentados más de 3.500 asesinatos.

Es tiempo de recordarle a Javier Lambán que es imposible ser demócrata sin ser antifascista. Es tiempo de recordar que quien así se expresa expresa la posición de un Gobierno que forman PSOE, PODEMOS, PAR y CHA. Por eso es, también, tiempo de exigir a sus socios de Gobierno que se posicionen frente a estos despropósitos, frente a este blanqueo continuo del franquismo, frente al incumplimiento manifiesto de la ley de Memoria Democrática y frente a este insulto continuado a quienes fueron víctimas de un régimen genocida.

En Luces de Bohemia, esa obra tan conocida de Valle Inclán, hay una escena que protagonizan dos sepultureros cuando van a enterrar a Max Estrella, el personaje central de la obra. Uno de ellos dice que Max fue un hombre de mérito y tenía un pobre entierro y el otro le contesta: » En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo». Luces de Bohemia se publicó hace 100 años, en 1920.

Por lo que estamos viendo hoy en día el esperpento valleinclanesco, aquel que deforma la realidad destacando lo más grotesco y absurdo de ella, es cada vez más real y puede ocurrir que acaben subiendo a los altares, aupados por el voto popular, gentes cínicas y embusteras. Una pena que, al final, Valle Inclán fuera un profeta y aquí, en España, se acabe primando todo lo malo.

Viene esta reflexión al hilo de las declaraciones de Pablo Casado con motivo de la reciente Conferencia de Presidentes, celebrada en Salamanca.

En la valoración de la misma que el Sr. Casado hizo, entre otras cosas, afirmó lo siguiente: “Sánchez dijo que se saliera a las terrazas y hubo 40.000 muertos más, no cabe mayor inmoralidad”. Pueden leerlo en la prensa. Yo, concretamente, lo leí en El País, en la edición del pasado 29 de Julio.

Un inciso. Se aplica el adjetivo de «redomado» a quien está en el grado máximo de una cualidad negativa. Pablo Casado, el lider nacional del peperío, lo demuestra día a día.

Tan solo un cínico redomado puede hacer estas cosas. El Sr. Casado, junto a toda la cúpula directiva del PP, junto a todas las derechas, las extremas, las disfrazadas de liberales y las ultras, se ha desgañitado clamando contra las restricciones que la pandemia obligaba a poner. ¿Quien no recuerda la famosa, y productiva, campaña de la Sra. Díaz Ayuso, proclamando esa vida libre a la madrileña?. Esa «libertad» de ir de marcha, de tomar cañas, de ir a las rebajas y de afirmar que en Madrid se vive libre, como a uno o una le da la gana. El Sr. Casado, el que acusa de las muertes por «salir a las terrazas», fue uno de los paladines de la defensa de los bares, restaurantes, discotecas y locales de ocio nocturno. Este cínico redomado, desde los primeros momentos de la pandemia, anteponiendo los intereses económicos a los sanitarios, se ha dedicado y dedica, a intentar desgastar al gobierno y lo hace con mentiras, engaños y el cinismo más vergonzoso e indignante.

Estos personajes, embusteros, cínicos, tramposos, populistas, …. son capaces de decir, como vemos, una cosa y la contraria. Son capaces de reclamar y exigir, a pesar de la dureza de la pandemia del COVID, el fin de las restricciones y la «libertad» para ir de cañas y culpar al Gobierno por adoptar las medidas que ellos/as defienden.

No es nuevo. Quienes no tienen la memoria de pez de esta gente, y quienes no les bailan el agua publicando estas barbaridades sin respuesta alguna, recordarán cuando se pedía autonomía para que las Comunidades Autónomas gestionasen la pandemia y cuando la tenían se reclamaba un mando único estatal. Recordarán cuando se pedía, y se pide, más dinero público, más ayudas, al tiempo que se reclama la rebaja de impuestos. Recordarán lo de la trasparencia y lo de la corrupción que tiene por los banquillos a gran parte del peperío y tienen a este cínico desmemoriado diciendo que estas cosas no van con él. Recordarán lo de poner a parir al Gobierno cubano y hacer la ola a «demócratas» como los sátrapas del petróleo. No les pido que recuerden más cosas para no fastidiarles el domingo

Lo dicho. Una pena que lo que anticipó como un esperpento Valle Inclán pueda acabar siendo realidad en este puñetero país.

Estos días, al hilo de la movilización ante el Congreso, se lanza el debate sobre propuestas para revertir la situación de la españa vacía.

Vaciada dicen muchos y muchas, yo digo vacía. Franco provocó el vaciamiento de muchas zonas y pueblos con su política pantanera. Vaciaba pueblos y sacaba a la gente de sus casas a golpe de dinamita y utilizando a la guardia civil para los desalojos.

Hoy los pueblos los vacía el capitalismo. La gente no tiene más remedio que marcharse en busca de trabajo y oportunidades. Lo triste, lo jodido, y lo deprimente, es que quienes defienden e imponen el modelo capitalista neoliberal, el que explota a la gente y vacía a los pueblos, cuentan con millones de votos y por eso Gobiernan, y toman decisiones.

No habrá posibilidad real de revertir el vaciamiento de nuestros pueblos mientras sigan gobernando los mercados, el IBEX 35 y la banca. Por muchos congresos y reuniones que se hagan que tan solo aportan maravillosos programas de intenciones pero pocas realidades.

En este debate surge siempre el tema de los impuestos. «Hay que bajar impuestos a la gente del medio rural», piden y reclaman. Primero, por las conversaciones que oigo, hay un error grave al confundir impuestos (se pagan en función del patrimonio y de las rentas) con tasas públicas (se pagan por un servicio). Por ejemplo el hospital público se mantiene con los impuestos, la recogida de basuras se paga con una tasa. Puede que haya que hablar de lo que cuestan las tasas, pero no me parece adecuado hablar de impuestos.

Creo que este país, desgraciada y lamentablemente, todavía no ha entendido que sin impuestos, pagados en función del nivel económico, no hay servicios públicos, no hay estado del bienestar y no hay posibilidad alguna de atender las mínimas y básicas necesidades sociales. No lo hay en ninguna parte. En el medio rural, igual que en el urbano, los impuestos se pagan en función del patrimonio y de las rentas que tengas. No hay más impuestos para quienes viven en el medio rural. Las empresas y comercios en el medio rural pagan el mismo impuesto de sociedades que en el medio urbano que va en función de los ingresos declarados.

Me gustaría que me explicasen algunos y algunas de quienes defienden la españa vaciada como y de que manera puede haber fondos para esos aves y autovías por todo lo ancho y largo del territorio que reclaman. Porque el tema de las bajadas de impuestos, anulación en muchos casos, es una reclamación burguesa habitual a la que, aún no entiendo por qué, se suman alegremente quienes sin la sanidad o la educación públicas dependerían de la caridad.

No creo, por otra parte, que quitar impuestos resuelva la vida a trabajadores y trabajadoras. Ni creo que eso devuelva la población al medio rural. No hay más que ver el paraíso fiscal madrileño y díganme si el trabajador o trabajadora de a pie, o el/la pensionista que cobra la mínima, o quienes ya no cobran ni siquiera el subsidio del paro porque lo han agotado y siguen sin empleo, viven mejor porque las rentas altas no pagan impuestos, ni las empresas pagan impuesto de sociedades.

El medio rural, como nuestro aire, nuestros bosques, nuestras aguas, nuestro planeta, es una víctima más del sistema capitalista, de esos mercados globalizados que traen los productos primarios y alimentarios de países en desarrollo, de lugares donde los costes de producción, y por consiguiente de la mano de obra, son más bajos.

¿No hay alternativa entonces?, claro que la hay, algunas cosas vamos viendo tales como producciones locales que se buscan la vida en el mercado local, aunque muchos/as defensores/as de la españa vacía siguen comprando en el Mercadona que trae las cosas de miles de Km. en vez de ayudar al comercio de proximidad y a la producción local. Vamos viendo como, gracias a las posibilidades del teletrabajo y a pesar de la brecha digital, vuelve alguna gente a su pueblo. Vamos viendo proyectos que, con mucho esfuerzo y compromiso y muy poca ayuda, van cuajando en los pueblos en sectores como el turismo verde, la producción agroalimentaria ecológica, el patrimonio cultural y el patrimonio natural y paisajístico.

Pero no nos engañemos, la verdadera alternativa pasa por cambiar un sistema económico y productivo, basado en la explotación de recursos y seres humanos, que solo tiene como objetivo librar beneficios a sus Consejos de Administración. Y eso solo podemos hacerlo con una revolución, la verdad no creo que los tiempos estén para eso, o sacando democráticamente, mediante las urnas, a quienes llevan gobernando toda la vida para hacer más ricos/as a quienes ya lo son. Ya saben, dentro de dos años toca.

Adolfo Barrena Salces

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Público

«para la libertad sangro, lucho, pervivo».

Es un verso de Miguel Hernández. Forma parte de un poema titulado El Herido y es el primer verso de la segunda parte del poema. Conocemos la versión, excelente por cierto, que hizo Serrat de ese compromiso con la libertad que Miguel Hernández plasmó en su poema.

Hay una estrofa, de esa segunda parte del poema, que no incluyó Serrat en su versión, que apenas es conocida y que dice así:

«Para la libertad me desprendo a balazos

de los que han revolcado su estatua por el lodo.

Y me desprendo a golpes de mis pies,

de mis brazos, de mi casa, de todo».

En ella, con la intensidad de su verso, el poeta del pueblo refleja como lucharon por la libertad que el fascismo imponía a sangre y fuego. Lo hicieron a balazos y dejando todo, hasta la vida, para intentar parar a la bestia fascista.

¡¡Libertad¡¡. Cuanta gente habla de ella sin saber lo que es, sin haber sentido la represión, sin haberse visto sin derechos. Cuanto y cuanta bocazas hay hoy en día manchando y violando esa palabra y, lo que es peor, utilizando sin vergüenza alguna el concepto de libertad.

Ayer, esta populista y charlabarata aspirante a seguir gobernando Madrid, explicó que es la libertad para ella y para quienes le aplauden. Decía Dª Isabel: «Aunque madrugue y sufra, por las tardes compro donde quiero, consumo donde me dé la gana. Y si voy a misa, a los toros o a la última discoteca lo hago porque me da la gana. Vivo en Madrid y por eso soy libre».

Está claro que defienden la libertad de consumir, de comprar, de ir de marcha, o a los toros o a misa. Les importa una m—-a la gente que no puede comprar ni consumir, mucho menos ir de marcha o a los toros. ¿Cree alguien que por esta «libertad» se luchó contra el fascismo?, ¿que por esta «libertad» se resistieron los 40 años de dictadura franquista?, ¿que por esta «libertad» nos manifestábamos en pleno franquismo reclamando Amnistía y Libertad?.

Esta gente no entiende que Libertad es ser libre, no un consumidor o consumidora. No tienen ni puñetera idea de que se es libre cuando se tiene un empleo decente, una vivienda digna, te puedes calentar en invierno, no tienes que ir a las colas del hambre para comer, tus hijos e hijas tienen una escuela pública de calidad, tienes una sanidad en condiciones, una pensión digna cuando acaba tu vida laboral, puedes dejar de sentir miedo al machismo, puedes vivir tranquilamente tu orientación sexual, no tienes miedo a quienes vienen buscando una oportunidad, no sufres adoctrinamiento de curas o patriotas y puedes planificar sin ataduras tu proyecto de vida.

Pues eso, ya queda menos para el día 4, ya queda menos para ir a votar. Hay que ser muy poco amante de la libertad para votar a quienes te dejarán tomar cañas, pero te joderán la vida.

¡¡feliz miércoles¡¡

Mientras nos tienen entretenidos/as con ese lío de las vacunas, con los datos de la pandemia y con ese circo diario que es la campaña de las elecciones madrileñas, la derecha, sigue haciendo lo que siempre ha hecho.

Dos noticias se colaron ayer  a las que nadie les ha dado la mayor importancia pero que, al menos a mí, me parecen dignas de análisis.

La presidenta madrileña, además de marcarle al paso y el programa al candidato del PSOE (que pena oír a Gabilondo decir que no subirá impuestos y que él tampoco habría cerrado los bares), gana votos con esas cosas del bolsillo y la cuenta corriente.

Dice que bajará más todavía el impuesto de sucesiones y donaciones. La rebaja de ahora es de 30 millones que beneficiará a 11.000 madrileños/as. Por supuesto esos/as 11.000 madrileños/as que van a ver rebajado su impuesto son quienes más patrimonio y fortuna familiar tienen (por eso pagan un impuesto por sus rentas y patrimonios). Esos/as 11.000 receptores/as del nuevo regalo es el 0,16 % de la población madrileña. Ya lo ven, una medida a medida de amiguetes/as.

El 0,16 % se ahorra impuestos que van a sus saneadas economías. El 99,84 % restante seguirá sufriendo las carencias en la sanidad, la educación, el transporte público, la dependencia y demás.

El Presidente castellano-leonés, también del PP, anuncia otra rebaja del impuesto de sucesiones en su territorio. En este caso el regalito a las clases pudientes es de 25-30 millones, no lo ha cuantificado exactamente, que beneficiarán al 0,4 % de la población castellano-leonesa. Es decir que aquí el regalo a esa minoría acaudalada lo sufrirá el 99,6 % que verán como siguen empobrecidos los gastos sociales.

Tanto una, como el otro, dicen que esa medida permitirá ahorrar.

Es evidente, ahorran quienes más tienen, la “broma” la paga el gasto público. Eso se llama trasvasar dinero público, dinero de todas y todos, a la cuenta corriente de unos/as pocos/as que, casualmente, son quienes más disponibilidad económica tienen.

Lo asombroso, lo kafkiano, lo valleinclanesco, es que esta gente recibe el voto de millones de gentes que les aplauden hasta con las orejas cuando “quitan impuestos”.  Estas mismas gentes que rebajan impuestos, las gentes que les votan por eso, son las mismas que reclaman más ayudas públicas, más becas, más sanitarios/as, más maestros/as, más hospitales, más residencias, más… No se a que escuela han ido que no les han enseñado que 3 menos 2 no puede ser 5.

Pero claro, esta es una consecuencia de tener un sistema educativo que no favorece el conocimiento y la formación sino que desarrolla la ignorancia, sobre todo la ignorancia social y política.

Pero vamos, así es este puñetero país.

Mientras la cosa pública, la prensa, las redes, las tertulias y todo el aparato, están volcados en el tema de las vacunas, sobre todo y especialmente con el circo montado en torno a la de AstraZeneca, ayer en el Congreso se aprobó la Ley del Cambio Climático.

Tiene que ir todavía al Senado, pero el apoyo recibido parece asegurar que este país, a los cinco años de la firma de los acuerdos de París sobre el clima, va a contar con una Ley específica para tratar de luchar contra el cambio climático.

Se cumple así uno de los acuerdos y compromisos firmados por PSOE y Unidas Podemos para la acción de Gobierno. Justo es reconocer, igual que hablamos de los incumplimientos, que en este caso ha habido acuerdo.

Esta Ley, que está pasando desapercibida, va a ser la primera norma, con rango de Ley, de este país que obliga a tomar medidas para mitigar esa pandemia que sufrimos, para la que no habrá vacunas, del calentamiento global.

No me engaño. Me parece una buena Ley, pero se que se podía haber sido más ambicioso en los planteamientos. Pero soy, como siempre lo intentado, realista.

No hay más que ver que esta Ley, sobre un problema global que todos y todas reconocemos, no ha salido por unanimidad. La han apoyado PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, Bildu, Teruel Existe y Esquerra Republicana. Pero han votado en contra los/as negacionistas de VOX y se han abstenido el PP y Más País.

Ya ven lo que pasará si hay un cambio de Gobierno, lo digo por algo que siempre recomiendo. Su voto es suyo, miren a quien se lo dan. Porque mientras les hablan de patrias y banderas, de volver a rezar en las escuelas, de abrir los bares y chiringuitos, su programa real es el de siempre, el del capitalismo salvaje.

Por otra parte, siendo realistas, también pondrán palitos en la rueda quienes, como nuestro Gobierno de Aragón, siguen queriendo destrozar valles del Pirineo para llenarlo de estaciones de esquí.

Con todo, aunque como siempre se le pondrán peros, esta ley que tiene 36 artículos, tiene dos fechas clave para su desarrollo: una, 2030, cuando España deberá reducir un 23 % las emisiones de efecto invernadero respecto a 1990 y otra, 2050, año para alcanzar la neutralidad climática.

Además, prohibirá los sondeos y prospecciones de combustibles fósiles, obligará a que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan una zona de bajas emisiones en 2023, impulsará la rehabilitación energética de los edificios y el despliegue de las renovables (ambas acciones claramente favorecedoras de creación de empleo local. Esta ley, cuando llegue al BOE y entre en vigor, pondrá una barrera frente al negacionismo del cambio climático y tendrá claras repercusiones en los modelos del sistema eléctrico y de la planificación del futuro urbanismo.

Me parece una Ley muy importante que debería ser conocida bien por la gente. Pero, ya lo ven, de esto hay muy poco interés en hablar.

Hay campaña electoral en Madrid. La ayusada es de calado. Con los peores índices de la pandemia, sin presupuestos y vaya vd. a saber cuando los habrá, sin resolver la gestión de las ayudas que vienen de Europa, Dª Isabel revienta todo y convoca elecciones.

Ahora reaparece el «jefe de la oposición», de pronto, D.Angel, ese que ha estado desparecido en todo este tiempo, sale a la palestra porque es el cabeza de lista del PSOE y porque, se supone, es quien quiere dar la batalla para evitar ese posible gobierno de Dª Isabel con los neofascistas de VOX.

Bueno, pues D.Angel, y el PSOE, para poder sumar (saben que una mayoría absoluta es imposible) se refugian en ese invento socialdemócrata del centro derecha y, a todo tirar, quieren apoyarse en esa izquierda domesticada y sensata que fue capaz de reventar la izquierda madrileña y facilitar el gobierno a la derecha.

Dice D.Angel que con Unidas Podemos nada de nada, que no le gustan los «radicales ni los extremistas«. Que con Ciudadanos (aún no se ha enterado de que no son nada) y con Más País, que si.

Lo cierto es que, con sus aciertos y errores, Unidas Podemos ha defendido, con vehemencia, empeño y contundencia, lo que lleva en su programa y lo que está acordado con el PSOE para entrar en el Gobierno. Por eso defiende el derecho a la vivienda, la subida del SMI, las pensiones dignas, subir impuestos a las rentas más altas, priorizar la enseñanza y sanidad públicas, y demás cuestiones del escudo social que no acaba de desarrollarse por trabas y cuestiones burocráticas. Defiende, también, que se investiguen los trapicheos y delitos fiscales del emérito y que se vaya poniendo fin a los privilegios de la Iglesia. Todo eso a D.Angel le parecen «radicalismos» y le lleva a afirmar que con «esta gente» nada de nada, que está más cómodo con la moderación.

Bueno, una pena que el «reaparecido» sea incapaz de ver la realidad. Se ha acabado el bipartidismo que ha tenido el poder en estos 40 años de democracia. El centro equidistante no existe. O se está en un lado o en otro. Ahora mismo en Madrid, y en todo este puñetero país, tan solo hay dos opciones: La derecha reforzada por el neofascismo o el bloque progresista. Observen que no digo la izquierda. La izquierda, la real, la que mantiene el ideal de la transformación de la sociedad, para nuestra desgracia, no tiene apoyos suficientes para ser la opción mayoritaria. Algunos/as reclaman quedarse en las trincheras para defender el rh del izquierdismo a salvo de posibles contaminaciones. Pero lo cierto es que la izquierda tiene que hacer una profunda reflexión, identificar las causas del alejamiento de la clase trabajadora y abrir un proceso de recuperación de espacios.

Hoy, la única alternativa posible al tandem PP-VOX es un bloque, frente, coalición, entendimiento o como quieran llamarlo, de las fuerzas progresistas, incluido el PSOE. Excluir a la izquierda, y justificarlo por su carácter extremista, es un error de bulto. Primero porque su concurso es necesario para frenar a Ayuso y sus aliados/as, lo segundo porque definir extremistas las luchas y reivindicaciones más sociales es reconocer que al PSOE ya le sobra alguna de sus siglas.

No tengo ninguna duda de que, si hay posibilidad de echar a Dª Isabel, y para ello hacen falta los escaños de Unidas Podemos, ahí estarán. Estarán a pesar de los remilgos de D.Angel y de los miedos del PSOE a los «radicalismos» que defienden las políticas sociales.

No se despisten con estos juegos oportunistas y vayan a votar. La derecha, la extrema y la fascista, va a hacerlo. Hay una oportunidad de frenar a la derecha y al fascismo. Esa oportunidad la da el voto de cada uno/a. Hay que ir a votar para sacar a la derecha extrema y a la extrema derecha del Gobierno.

Dice el artº 47 de la Constitución: «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación».

Hoy, y ayer, y todos los días, nos vuelven a abrasar con aquello de las riñas en el Gobierno. No se si se han dado cuenta, pero siempre, de estas riñas, responsabilizan al socio minoritario, a Unidas Podemos. Es una maniobra, se creen que sutil y sibilina, para ir preparando el terreno para que haya un cambio de las alianzas que posibiliten la tranquilidad en el Gobierno.

Sobre la vivienda. Además de lo que dice la Constitución, que como con tantos otros derechos no es más que un papel escrito muy bien intencionado, pero absolutamente ineficaz porque – ya lo ven – declarados constitucionalistas permiten que se incumpla; porque son lacayos serviles del sistema, del capitalismo, está el acuerdo de Gobierno firmado entre PSOE y Unidas Podemos que, en su medida 2.9.3, titulada: «Frenaremos las subidas abusivas del alquiler» se recoge la necesaria regulación del mercado de la vivienda de alquiler.

La riña de ahora es por la vivienda, por como se ha convertido en un objeto de mercado en vez de garantía de un derecho. Más allá de los negocios y pelotazos del ladrillo, está el de los alquileres especuladores que permiten a los/as rentistas engordar sus cuentas corrientes.

Y no me cuenten eso del señor o señora que, con sus ahorros ha podido comprar tres pisos. Eso no le da derecho a cobrar por el alquiler de uno de ellos el salario de una persona.

Bueno pues para el PSOE, cumplir la constitución y su compromiso de pacto de Gobierno, es dar bonificaciones fiscales al/la rentista que baje un 10 % el alquiler. No se crean que una pequeñita bonificación fiscal. Propone, nada más y nada menos, que una bonificación del 90 %.Vamos, que un/a rentista, o esos fondos buitre que han acaparado viviendas, puede seguir haciendo negocio con los alquileres y encima se ahorran impuestos.

Yo, si estuviera en activo como maestro, se lo explicaría así a mis alumnos/as.

Punto de partida: a).- La vivienda es un derecho y, como es un derecho constitucional, debe garantizarse a todo el mundo una vivienda digna. b).- Mucha gente, especialmente la gente trabajadora, no tiene vivienda propia y tiene que vivir de alquiler. c).- Los alquileres han subido tanto que mucha gente no lo puede pagar. Mucha gente es desahuciada por ello y mucha otra, especialmente jóvenes, no puede emanciparse.

La cuestión es: Además de que hace falta mucha vivienda social, hay que conseguir que baje el precio de los alquileres . Sobre esto dos opciones:

1.- Unos/as quieren que se regule el precio para que no haya alquileres abusivos.

2.- Otros/as quieren pagar con dinero de todos y todas la bajada del alquiler para que el/la propietario/a no pierda nada.

Ahora dos preguntas:

Pregunta 1ª.- ¿Cual crees que la medida más efectiva y más justa?

Pregunta 2ª.- En el caso de la rebaja del alquiler porque se le perdonan impuestos al/la rentista ¿quien paga la rebaja?.

Dejaría que ellos/as sacaran sus conclusiones y favorecería un debate sobre las diferentes respuestas que, seguro, las habría. Al final, aunque no hubiese una posición común, todos y todas sabrían de lo que se habla, conocerían los argumentos de ambas partes y habrían tenido elementos para tomar su posición propia.

Ya se que no estoy en activo y que Vds. no son mis alumnos/as. Pero no debería ser obstáculo para que se fijaran en lo importante, para que se respondieran a las dos preguntas y para que decidieran si hay o no hay motivos para una riña más en el Gobierno.

De paso, si es posible, identifiquen con cual de las dos están más de acuerdo y, cuando toque, voten en consecuencia.

Hoy, 18 de Marzo, es el 150 aniversario de aquella vez en la que los parias de la tierra, los trabajadores y trabajadoras, en un proceso revolucionario, tomaron el poder y crearon su propio Gobierno. El Manifiesto que establecía la Comuna decía: “…los proletarios de París han comprendido que es su deber imperioso y su derecho indiscutible hacerse dueños de sus propios destinos, tomando el Poder…”.

Francia y Prusia estaban en guerra, el conflicto eran las fronteras en la zona de Alsacia y Lorena. Napoleón III quiso utilizar la guerra para asentar y reforzar su Gobierno y ganar influencia en las relaciones con los demás estados de Europa. Le salió mal la jugada, perdió la guerra y provocó una grave crisis social en Francia.

Esta crisis, como las guerras, obligan a grandes sacrificios y penalidades que afectan a toda la población. Son más penalizadas las clases populares, quienes menos tienen. Así se aumenta la pobreza, la marginación, el hambre y la exclusión social.

Trabajadores y trabajadoras, de ambos lados de la frontera, rechazaban la guerra y que no quisieron ver  en el otro bando enemigos/as sino compañeros y compañeras de clase. La clase trabajadora de uno y otro lado sabía que el verdadero enemigo era quien les había metido en la guerra.

Aquella crisis salvaje quisieron resolverla los comuneros y comuneras con un proceso revolucionario. Las clases populares francesas sufrían la explotación salvaje, la precariedad laboral, un grave problema de vivienda, la mujer era especialmente oprimida y eran durísimas las condiciones de la vida degradante a la que estaban sometidas.

De esta situación nace La Comuna que tomó el poder. El Gobierno fue un auténtico Gobierno del pueblo que disolvió el ejército regular, separó la iglesia del estado y adoptó medidas para el interés general de la ciudadanía poniendo freno a los privilegios de la burguesía y de las clases altas. Fue un Gobierno integrado por delegados revocables en cualquier momento, que tenían un salario equivalente al promedio de los de los/as trabajadores/as.

La Comuna duró muy poco, un par de meses. No consiguió salir de París, y fue barrida por la contrarevolución burguesa. Más de 30.000 comuneros y comuneras fueron fusilados en una semana.

La Comuna fue aquello que tantas veces hemos cantado con el puño en alto, fueron los parias en pie que buscaban el fin de la opresión. Sabían que la esperanza  no estaba en dioses, ni en reyes, ni tribunos. Comprendieron que tan solo ellos y ellas, con su lucha, con su decisión, podían cambiar las cosas. Lo intentaron, pero no pudieron.

Hoy, siglo XXI, como pasaba en 1871, el liberalismo salvaje hace negocio con la vivienda, con la sanidad, con la educación, con las vacunas. Dividen a la clase trabajadora con la precariedad laboral con la explotación de inmigrantes a quienes pagan menos salario, dejan sin futuro a la juventud y agrandan la desigualdad social y la brecha salarial entre mujeres y hombres. Llevan a  trabajadores y trabajadoras a las guerras imperialistas que organizan para monopolizar recursos naturales y arrojan al mar, o a centros de internamiento, a miles y miles de personas que son, también, las clases populares.

Hoy. Como en 1871, como en los siglos XIX y XX, como siempre, es necesario recuperar el internacionalismo solidario de la clase trabajadora, es bueno mirar hacia atrás y ver, en La Comuna, esa necesaria lucha de clases que no ha terminado.

Interesante ver la película de Peter Watkins s